Terapia breve estratégica para tratar las fobias

Primero vamos a definir que es una fobia: esta no es más que un temor que tiene una persona a cosas, animales, situaciones que en realidad no son peligrosas. Las personas con este tipo de trastorno o problema admiten que tienen una reacción o forma de actuar irracional y exagerada; sin embargo, evitan o tratan de esquivar enfrentarse a estas situaciones que en definitiva les causan una gran cantidad de problemas e interrupción del desarrollo de su vida diaria. 

El miedo es un sentimiento natural en los seres humanos, es una reacción, una manera de protección propia frente al contexto en el cual se desarrolla una persona. Pero cuando el miedo se convierte en un sentimiento incontrolable y limitante que invalida su verdadera función, transformándose en un miedo incómodo con ataques de pánico y fobias, se convierte en un verdadero problema para la persona. 

Es importante aclarar que el miedo por sí mismo no es el inconveniente, sino más bien como se administra dicho miedo.  Cuando una persona experimenta un problema comienza a sentir miedo, en el caso que la resolución seleccionada para arreglar el problema no sea la correcta hará que este sentimiento de miedo se haga persistente y se transforme en una fobia. 

Los trastornos de ansiedad o fobias presentan los siguientes síntomas: 

• Físicos: Sudoración, respiración acelerada, aumento de la frecuencia cardiaca, taquicardia, escalofríos, temblores, boca seca, ahogo, dolor a nivel del pecho, dolor de cabeza, asfixia y mareos.
• Psicológicos: Miedo, terror, pensamientos de muerte inminente, pensamientos deformados de la situación real o del estímulo al cual se le teme.
• Conductuales: Eludir la situación que causa temor.

Los tipos de fobias más comunes son:

• Agorafobia: Se refiere al temor de una persona a estar en una situación de la cual no puede escapar ni tampoco pedir ayuda.
• Fobia social: Es el miedo que tiene una persona a ser observada o juzgada cuando participa en una reunión o actividad de tipo social.
• Fobias específicas: Es aquel miedo que presenta una persona a objetos, situaciones o animales particulares.

Generalmente, las fobias generalmente aparecen durante la etapa de la infancia, la adolescencia o también pueden aparecer en la edad adulta temprana. Su causa puede originarse como consecuencias de situaciones estrés, traumáticos o copiando a familiares que presenten algún tipo de fobia que la persona termina asumiendo como suya, la copia. 

Para ayudar con las fobias, la terapia Breve Estratégica es muy efectiva, pues esta se fundamenta principalmente en los problemas fisiológicos de la patología para llevar a cabo la terapia. 

La finalidad de este tipo de terapia es: 

1. Investigar acerca del funcionamiento del problema que presenta el paciente.
2. Estudiar cuáles son las soluciones más razonables para que la persona ponga en práctica y cuáles son los aspectos que lo hacen permanecer el problema.
3. Presentar diferentes herramientas de solución para el paciente, a modo de tareas para lograr que este se desbloquee.

De acuerdo con los objetivos mencionados, este tipo de terapia suministra al paciente un cambio inicial muy pequeño, de acuerdo con el suministro de soluciones en forma de tareas, el cual le permite apreciar su capacidad para enfrentar de una manera positiva esa situación que les produce temor, obteniendo con ello cambios más significativos suprimiendo el trastorno de ansiedad. 

Para tratar las fobias una de las técnicas más utilizadas es la llamada la peor fantasía que consiste en recomendar al paciente fijar cada día  media hora en una agenda o diario para reconstruir su peor fantasía y sus pensamientos negativos.  En el transcurso de esa media hora en una habitación donde no haya ruido, aislada, dejándose llevar por sus emociones, es decir, puede gritar, llorar, patalear. De esta manera, cuando la persona se empuja a revivir sus miedos más profundos generalmente se relajan. La forma más perfecta de solucionar un miedo es provocarlo. 

El psicoterapeuta puede ir aumentando el tiempo en que la persona va a revivir y activar su miedo, incitando a que ocurra un enfrentamiento mayor que desencadena en el paciente sentimiento de valor y coraje.