Modelo biosocial de la desregulación emocional: componentes principales

La desregulación emocional (DRE) es uno de los síntomas de salud mental más comunes en la población y se puede encontrar presente en varios cuadros de salud mental, ahora bien ¿de qué se trata?

Se podría entender la desregulación emocional como los problemas que podemos tener las personas a la hora de transitar emociones. Mayormente encontramos DRE en los trastornos límites de personalidad.

Para entender mejor este concepto, Marsa Linehan y su equipo plantearon el modelo biosocial, este explica que tanto la vulnerabilidad emocional en la regulación de las emociones, como el ambiente invalidante están en constante transacción y van creando experiencias de aprendizaje que terminan generando expresiones de emocionalidad extremas.

Se podría entender como un huracán en donde experiencias invalidantes transaccionan con inadecuadas formas de expresión emocional, y esto se va reforzando durante el desarrollo de la persona. Ahora bien, en este artículo vamos a desandar los dos componentes principales del modelo.

Vulnerabilidad emocional 

El cerebro forma parte, obviamente, de nuestro proceso de regulación emocional. Cuando hay mayor vulnerabilidad emocional, podríamos pensar que esa persona tiene tres características a la hora de experimentar emociones:

Alta sensibilidad, es decir, cosas que no suelen activar a una persona, pueden lograr activar a alguien con DRE.

Alta reactividad, es decir mayor reacción a las emociones

Lento retorno a la calma, es decir, el tiempo en donde la curva emocional disminuye, en persona con DRE es mucho más largo.

A la vez que esto sucede, el sistema límbico se encuentra muy activado, mientras que la corteza prefrontal mantiene un descenso de funcionamiento, estos dos hechos ayudan a la inestabilidad emocional. En este punto vale la pena aclarar que el cerebro es un órgano plástico, lo que significa que durante la vida se va modificando. Hay evidencia que algunas terapias pueden modificar el cerebro y así contribuir al bienestar de la persona.

Ambiente invalidante

Con respecto a la parte “social” de este modelo, el equipo de Linehan plantea el concepto de “Ambiente Invalidante”. Este se caracteriza por la comunicación (a veces de forma ambigua y a veces de forma directa) hacia una persona de que su forma de sentir o de pensar es incorrecta, ilógica o extrema. No pudiendo tener la capacidad para ponerse en el lugar del otro. Durante la crianza, estos eventos van tomando contacto con la Vulnerabilidad Emocional, y generan formas de aprendizaje sobre como modular emociones. En resumen, el ambiente invalidante se caracteriza por dar respuestas inapropiadas a la experiencia de un individuo.

Linehan lo describe con base en tres criterios:

Rechazar indiscriminadamente, es decir que la comunicación de las emociones no es bien recibida, por lo cual terminan siendo evitadas

Reforzar de manera intermitente al escalar las respuestas emocionales y la expresión emocional, es decir que la expresión moderada de una emoción es ignorada, sin embargo, la expresión intensa es reforzada.

Sobre simplificar la dificultad para resolver los problemas y lograr los objetivos, es decir, exige, desde una única perspectiva, una conducta que tal vez para ellos es fácil de ejecutar, pero que para la persona es muy difícil.

Crecer y desarrollarse en un ambiente invalidante no es nada sencillo de transitar, sin embargo, aquí quiero hacer una aclaración. Muchas veces se relaciona la invalidación con algún tipo de juicio de valor o con algún tipo de intencionalidad para dañar a la persona. Cabe aclarar que en la mayor parte de los casos la invalidación se produce por la falta de experiencia de una persona sobre los acontecimientos ocurridos a otra.

Es decir, por la dificultad que tenemos de poder entender al otro y a su emocionalidad, pero esto lejos está de querer ser mal intencionado. Por tal motivo es importante sumar al tratamiento de personas con desregulación emocional a sus familiares más cercanos, para poder en conjunto poder aprender nuevas formas de comunicación.

Lejos de querer estigmatizar la alta sensibilidad emocional es importante tener diversas perspectivas con ella, dado que no es un error o déficit de la persona y que en muchas ocasiones la función de nuestras emociones nos permite entender el mundo desde una perspectiva más empática y cercana.