La vejez es considerada como una etapa en la cual el cuerpo físico comienza a desgastarse, pero también aquellos componentes no visibles como la cognición y todos sus procesos (memoria, retención, comprensión), por eso fundamental tener en cuenta que lo que hagas hoy por ti mismo, será una cosecha de lo que serás mañana.
A continuación, te brindo recomendaciones que, aunque no garantizan la juventud eterna, te serán útiles para desarrollarte de manera gratificante y asegurar una salud óptima dentro de lo que esté a tu alcance. A continuación, algunos consejos para tener en cuenta:
Realizar actividades que desafíen al cerebro ayuda a fortalecer los procesos cognitivos, incrementando así la capacidad cerebral para adaptarse a nuevos aprendizajes y cambios. Por ejemplo, hacer sopas de letras, crucigramas, sudokus o dedicar un tiempo diario a la lectura y la solución de problemas contribuye a retrasar el proceso de deterioro cognitivo, como el que ocurre en enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. Con este hábito se reflejará un mecanismo preventivo y se promueve la salud mental y el mantenimiento de procesos mentales activos y saludables.
Dar espacio al sueño es esencial para nuestro desarrollo pues, La salud cerebral se beneficia enormemente al mantener un horario de sueño regulado y al esforzarse por mejorar la calidad de este. Esto le permite a nuestro cerebro ordenar las ideas y reducir el cansancio durante el día. Además, un sueño de calidad no solo contribuye a una mejor función cognitiva, sino que también está relacionado con una mejor salud cardiovascular. También es importante destacar que el cuerpo realiza procesos de reparación y consolidación de la memoria durante el tiempo del sueño, lo que se podría ver reflejado en un mayor bienestar en la cotidianidad de las personas.
La salud no solo se define por la apariencia externa pues; una persona puede parecer saludable por fuera en su apariencia, mientras que internamente su organismo y funciones cognitivas pueden estar deteriorándose o en declive. Por esto, es fundamental mantener una actividad física regular, basta con tan solo hacer mínimo 30 minutos de ejercicio al día por los menos 3 veces a la semana y una alimentación balanceada para ser una persona saludable, estos factores pueden ser clave para prevenir enfermedades que afecten la cognición. Incluso los cambios más pequeños pueden tener un impacto significativo, por lo que cada detalle, por mínimo que sea, no deja de ser relevante. Otro aspecto fundamental dentro de la actividad física y resulta de gran importancia para las personas consideradas como adultos mayores concierne a tomar el sol mínimo 20 minutos todos los días, el sol promueve la estimulación de serotonina en los seres humanos la conocida hormona de la felicidad. Una caminata corta sin exigencia física contribuye a nuestros adultos mayores y a su estado de ánimo de forma significativa.
Optar por pequeños pasos hacia un envejecimiento saludable no solo contribuirá a la proactividad para el futuro, sino que también logrará retrasar los efectos adversos de la vejez. Priorizando buenos hábitos y manteniendo un estilo de vida activo y equilibrado, veremos la clave para mejorar nuestra calidad de vida. Cada decisión que tomamos hoy representa un paso hacia el futuro que anhelamos construir. Si bien no podemos prometer detener el tiempo, sí podemos aspirar al bienestar y la plenitud en cada etapa de nuestra existencia. El desarrollo humano es un proceso complejo; sin embargo, hay que tener en cuenta que no es saludable compararnos con otros obsesivamente. Cada persona existe y se desarrolla a su ritmo individual. Recuerda que nunca es tarde para generar un cambio.
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