La cronopsicología es una disciplina que estudia las relaciones entre el tiempo y la mente siendo esta misma fundamental para poder entender cómo la percepción del tiempo puede influir en nuestra cognición y conducta humana.
El tiempo cronológico es una medida universal y objetiva que todos conocemos y de la cual se rige todo nuestro cronograma diario. Avanza sin tropiezos y afecta a todos por igual. Por suerte, tenemos la posibilidad de medir este tiempo con precisión mediante dispositivos como cronómetros y relojes, lo que nos permite organizar nuestras actividades diarias. Sin embargo, es implacable y, aunque se quiera, no se puede alterar una vez que ha transcurrido.
El tiempo psicológico: La principal diferencia de este enfoque es que es subjetivo y corresponde a la percepción de cada persona, y esta puede variar dependiendo de sus experiencias a lo largo de su ciclo vital. La percepción de este tiempo se puede ver influenciada por diversos factores, como el estado emocional, la atención, la memoria y las experiencias cotidianas. Por ejemplo, cuando estamos aburridos o ansiosos, el tiempo puede transcurrir más lentamente; mientras que cuando estamos entretenidos o concentrados en una actividad que nos distrae y nos brinda satisfacción, puede parecer que pasa más rápido.
La razón por la que el tiempo se considera de esta manera es porque la medición objetiva del tiempo es esencial para la coordinación y el funcionamiento eficiente de la sociedad. Sin una medida generalizada y puntual del tiempo, sería imposible organizar eventos, cumplir con los horarios de trabajo o incluso llevar a cabo tareas esenciales. Estas últimas podrían poner en riesgo nuestra salud general, lo que podría llevar a nuestra sociedad hacia un total caos, dado que todas las actividades dependen de una precisión temporal
Nuestro cerebro procesa el tiempo de manera diferente, dependiendo de la cantidad de información nueva que recibe. Cuando nos enfrentamos a muchas novedades, como en una experiencia enriquecedora y única, tenemos esa tendencia a sentir que el tiempo se torna una eternidad. Por otro lado, si la estimulación es repetitiva y placentera, el tiempo parece pasar más rápido. En general, nuestra percepción del tiempo está estrechamente relacionada con la actividad mental, la novedad, la atención y las emociones que experimentamos frente a los eventos y desafíos que encontramos en la vida, teniendo también en cuenta la importancia de buscar la estabilidad mental deseada y adaptarnos a la variedad de oportunidades que la vida nos presenta.
-Mejora en la productividad y la satisfacción personal: Al gestionar el tiempo de manera efectiva, puedes ser más eficiente en tus tareas. Esto te permitirá lograr más objetivos en menos tiempo y así ajustarlo a las capacidades individuales. Al avanzar a este ritmo, tendrás más tiempo para tus hobbies y relaciones sociales. Distribuir tu tiempo de forma óptima genera una sensación de logro y satisfacción personal
-Equilibrio general y mejora de la concentración: Al establecer límites claros y priorizar tus tareas, podrás disfrutar de un balance más saludable entre tus responsabilidades diarias, trabajo y vida personal. Además, eliminando los distractores y enfocando tu mirada hacia lo más importante, te permitirá trabajar con una mayor concentración y eficacia.
-Promueve el autocuidado y reducción de estrés: Cuando Dedicas tiempo al descanso y a realizar actividades placenteras es una forma de dar prioridad a tu bienestar y autoestima. Por otro lado, una buena organización del tiempo puede disminuir la sensación que se genera debido a la sobrecarga y te ayuda a gestionar la ansiedad, evitando la tendencia de posponer las tareas para el último momento, la temida "Procrastinación".
En conclusión, la cronopsicología nos ofrece una perspectiva a través de sus dos dimensiones: la cronológica y la psicológica. Aunque esta disciplina moldea nuestra existencia, somos nosotros, como artistas, quienes le damos forma. Quizás una pequeña acción pueda desencadenar un cambio drástico. Por esto mismo, mientras influyes en tu vida diaria, observa cómo afecta no sólo tu percepción del mundo y tus emociones, sino también la de los demás. De esta manera, podrás mejorar muchos aspectos de tu vida en sincronía con el tiempo psicológico, por medio del cual tejemos la trama de nuestra existencia. Cada segundo, por más insignificante que parezca, puede ser el impulso que nos lleve a cambiar la realidad de nuestras vidas.
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