Habla ahora con nuestro equipo, sin esperas ni compromiso. Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
La adaptación al ejercicio y su recuperación son diferentes en cada persona. Se modulan por la predisposición individual, las estrategias de afrontamiento, así como por el entorno emocional y el contexto.
Kiely (2016) revisa la respuesta de estrés, más allá de ser meramente fisiológica, y cómo se aplica al contexto del entrenamiento. Trata de romper con el protocolo de respuesta estereotipada del Sindrome General de Alarma, que sucede ante una amenaza, evolutivamente, una amenaza que ponía en riesgo nuestra salud física.
Si bien Seyle predijo que la respuesta fisiológica al estrés es instigada directamente por una amenaza para el cuerpo, Lázarus y Mason propusieron que el primer mediador es psicoemocional, provocado por la interpretación personal de su capacidad para hacer frente al desafío impuesto.
Así, cuando experimentamos cambios, como un aumento repentino del esfuerzo físico, la información sensorial que anuncia este cambio se activa a través de los circuitos emocionales del cerebro, donde se evalúa en un continuo que va de benigno a "amenazante". Esta interpretación subjetiva lanzará la cascada de eventos neuroquímicos que dan forma al estrés y las distintas adaptaciones, tanto fisiológicas como psicológicas.
El estrés (ya sea emocional, dietético, social, sueño, académico, laboral, por enfermedad, etc.) regula negativamente el sistema inmune y afecta negativamente la coordinación motora, la función cognitiva, el estado de ánimo, el metabolismo y la salud hormonal.
De hecho, se ha podido estudiar cómo el tiempo de curación después de reacciones inflamatorias, pueden variar en función de la percepción, la valoración emocional y los niveles de fondo de estrés psicosocial. Además, la influencia de experiencias previas, como una exposición temprana a formas específicas de dolor, puede alterar la respuesta al estrés inducida por eventos futuros similares.
¿Cómo influye en el deporte?
Dado que el contexto y el entorno emocional también son importantes, un factor de influencia clave es cómo reacciona el entrenador (o las personas de referencia) al estrés. Que muestren tranquilidad o preocupación también nos influirá en nuestra valoración de la situación y respuesta desencadenada.
Queremos ayudarte a recuperar tu sonrisa. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
Habla ahora con nuestro equipo, sin esperas ni compromiso. Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
< Siguiente
Inteligencia EmocionalAnterior >
Trastorno de estrés postraumáticoSuscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir