Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
Consiste en reconocer nuestras emociones, saber regularlas (tener conciencia de cómo funcionan y cómo utilizarlas) y reconocer emociones en los demás.
Sentimos emociones con cada experiencia: sorpresa, alegría, tristeza, miedo, ira, asco y otras más complejas. Estas se expresan físicamente activando y desactivando los sistemas simpático y parasimpático. Nos activamos físicamente (aumento FC, mayor frecuencia respiratoria, sudoración, vasoconstricción y tensión muscular, enlenteceremos el sistema digestivo y retención de líquidos) y psicológicamente (más alerta). Algo totalmente adaptativo que si se mantiene en el tiempo genera problemas.
No respetar horas de sueño, estar desde primera hora dándole vueltas a lo que tenemos que hacer o deberíamos, prisas, ruido, discusiones, mal ambiente, no sabes cómo decir lo que sientes, un familiar que te preocupa, mantener la compostura y agradar, etc. Todo esto se traduce en micro alertas que se convierten en estrés crónico.
Cuando el estrés se cronifica liberamos de cortisol, hormona que en exceso tiene efectos devastadores, afectando el sistema digestivo, la presión arterial, el sistema inmune y por lo tanto dejándonos más vulnerables.
¿Entonces, emocionarse es malo?
En absoluto, el problema es no saber gestionar. La acumulación de ira suele ser causa de desgaste. No expresar aquello que nos provoca malestar, esconder la tristeza, la constante incertidumbre y desesperanza, hacen que nuestro cuerpo se vaya llenando hasta que rebosa.
Inhibir emociones supone estrés, hiperestimulando órganos y otras partes del cuerpo que llevará a su disfunción. La constante energía que reclama el cerebro para funcionar a este nivel, supondrá que la restemos a otros sistemas. Así, el sistema inmune acabará debilitándose, tendremos problemas digestivos, generaremos contracturas o dolores musculares, nos sentiremos fatigados y sin energía.
¿Cómo mejorar mi inteligencia emocional?
Queremos ayudarte a conseguir una mejor versión de ti. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
Habla ahora con nuestro equipo, sin compromiso, y si te suscribes podrás hablar gratis 50 min. con tu psicólogo.
Permítenos ayudarte a afrontar de manera más positiva y eficaz los retos del día a día.
< Siguiente
Estrés y deporteAnterior >
Trastorno de estrés postraumáticoSuscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir