Sonambulismo en la infancia

Nos encantaría que nuestros hijos durmieran la noche completa, pero la realidad es que existe un 30% de la población infantil menor a 5 años que presenta alteraciones y problemas del sueño.  

Durante el tiempo para dormir pueden aparecer trastornos en distintas etapas conocidas como parasomnias. Entre las parasomnias infantiles se puede mencionar al insomnio pediátrico, hablar durante el sueño, las pesadillas, el sonambulismo, el síndrome de piernas inquietas o los terrores nocturnos, entre otros. 

Nos vamos a centrar en una de las más frecuentes el sonambulismo en los infantes. Se piensa que un porcentaje de entre 10 a 30 % de los infantes padece de sonambulismo, en su mayoría muy leve. 

Es muy frecuente el sonambulismo en niños pequeños en edades comprendidas entre 4 a 8 años de edad. Se puede hacer presente como al levantarse de la cama, sentarse en la cama, caminar por la habitación, dar paseos por la casa, desvestirse, vestirse, cerrar o abrir puertas.  

El niño que sufre de sonambulismo mantiene sus ojos abiertos sin estar realmente despierto, puede hasta responder a algunas preguntas sencillas sin estar consciente de lo que dice o hace. 

El sonambulismo es un trastorno benigno, suele presentarse a mitad de la noche, cuando el sueño es profundo, no deja secuelas ni deriva a otros trastornos. Se hace difícil despertar a un niño sonámbulo, tampoco es recomendable hacerlo al despertar el niño no recordará nada de lo sucedido. Se dice que el sonambulismo tiende a afectar más a los varones, aunque la incidencia es similar en ambos sexos. 

Las causas del sonambulismo se desconocen; aun así, suele asociarse a situaciones de estrés, estados febriles, falta de sueño,  incluso se cree que tiene influencia genética o cambios de hábitos del sueño. 

El sonambulismo en pocas ocasiones no es de gravedad, los episodios pueden ir disminuyendo en la medida que el niño va creciendo. Si existen casos donde se presenta el sonambulismo muy frecuente o a diario, se debe consultar con un médico especialista. 

Cuando se tiene un niño en casa que sufre de sonambulismo se deben tomar ciertas medidas. Algunas prevenciones son: 

• Cerrar la puerta de la entrada principal de la casa con llave, es muy importante verificar la puerta antes de ir a dormir, guardar la llave en un sitio no accesible.
• Despejar las habitaciones para que el paso quede libre, muebles, sillas, etc, así se evitan los obstáculos con que se puedan golpear y al menos podrán deambular por la casa y la habitación sin peligro.
• Mantener también las ventanas cerradas por si acaso es mejor la prevención durante la noche.
• No se debe despertar al niño, aunque es difícil que se le pueda despertar de un sueño tan profundo, al despertarle se puede llevar un gran susto. Lo más recomendable es llevarlo de vuelta a su cama con mucha delicadeza.
• Hacer algunos ejercicios de relajación antes de ir a dormir.
• El niño que presenta sonambulismo no debe tomar medicamentos al menos que se presenten con mucha frecuencia o existan accidentes durante el sonambulismo.