Las secuelas psicológicas del bullying

¿Qué es el bullying?

Cada día vemos en la prensa y en las redes sociales, un gran incremento en los casos de bullying y el acoso a nuestros hijos escolarizados.  Las burlas, las agresiones, el maltrato, el daño a los bienes del acosado, son algunas de las vejaciones a las que son sometidos por otros compañeros, que  van desde los primeros grados de Primaria (1.º a 6.º grado)  y también en el bachillerato. Las edades más críticas son entre los 11 y los 15 años.

Las secuelas psicológicas del bullying

El acoso por Bullying se mantiene debido a los altos niveles de intolerancia, que experimentan las sociedades actuales. El niño está diariamente sometido a estas burlas, pues debe asistir a clases y esto ocasiona un gran sufrimiento en el afectado. Con las consecuencias que a futuro pueden generar a nivel psicológico y conductual, este tipo de situaciones.

Dentro de esas consecuencias, podemos observar  que se presentan cambios en el comportamiento del afectado, que nos puede dar luces de que algo no está bien y que debemos buscar ayuda.

Déficit en habilidades sociales

Los niños requieren crecer en un ambiente en donde ellos puedan desarrollar sus destrezas físicas y sociales. Tanto en esta etapa como en la adolescencia se deben reforzar la seguridad y  las bases de compañerismo y fraternidad, con miras a desarrollar adultos sanos e íntegros emocionalmente.

Cuando aparece el Bullying surge un bloqueo en el niño, que inhabilita su intelectualidad o razonamiento, para continuar desarrollando sanamente,  su forma de compartir y su conducta con el resto de las personas.

Debido a la inhabilitación producida por este bloqueo, surgen manifestaciones de rabia e ira; pero también de mucha inacción. Con estas conductas, a veces frágiles y otras de combate; el niño se encuentra en una lucha por protegerse de esos otros niños que lo están acosando.

Con toda esta antesala de dificultades en la niñez, es muy probable que cuando adulto, existan muchos temores que afectarán el entorno laboral, familiar y social,  debido a que la persona se vuelve vacilante y con baja autoestima. A partir de ese momento se hace necesario buscar ayuda psicológica.

Rechazo del grupo de iguales

La naturaleza de los niños es relacionarse y compartir, es una característica  innata en la raza humana, al igual que el deseo de subsistencia. Cuando los niños y los jóvenes, son  víctimas del Bullying y del desprecio, quedará un trauma o una marca, que los deja desorientados y confundidos. Recordando siempre lo protegidos que se sentían antes de vivir todo ese infortunio.

Adicionalmente, los niños  acosados, por el bullying, quedan desprotegidos y muy susceptibles a que otras personas también puedan abusar de ellos.  Es algo así, como demostrar en el grupo que quien provoca más problemas es el más fuerte y por ese motivo, los niños abusados son  presas fáciles, de estos otros niños buscadores de problemas.

El auge de las redes sociales, globaliza este tipo de maltratos a nivel mundial y en todas partes. Haciendo que estas visualizaciones de  vídeos,  estimulan y aumentan el bullying, en otros niños y adolescentes. Con los devastadores resultados que esto acarrea.

Baja autoestima

Nuestra visión del mundo determina, cómo somos y cómo creemos que nos ven los demás. Por ese motivo, es muy importante observar cómo reaccionamos ante cualquier situación o reto; sea bueno o malo, para  determinar y conocer donde somos brillantes y donde no.  Ambas forman parte de nuestra personalidad y debemos aceptarlas de la manera más honesta y humilde, porque  al final somos humanos y la primera persona que debemos amar es a nosotros mismos.

A pesar de lo anterior, en la niñez y en la adolescencia, resulta  difícil comprender, porque se es rechazado y burlado. Debido a que en estas edades, es que se inicia el proceso de autoconocimiento. Resulta imperioso observar el comportamiento de los niños y adolescentes, para atacar y detener el bullying del que son objeto. Los padres son los garantes de que sus hijos crezcan siendo sanos y equilibrados y no siendo inseguros (cuando piensan que son unos inútiles),  miedosos(cuando evitan tratar a otros niños) y con baja autoestima (cuando piensan que no son importantes para nadie).

El bullying además provoca ausentismo escolar, dando origen a malas calificaciones. Genera ansiedad y desmotivación a seguir estudiando.

Depresión y ansiedad

Otra de las consecuencias  del Bullying, es la falta de motivación y la tristeza. Los niños y los adolescentes buscarán cualquier pretexto para no salir de su cuarto o de su casa y obligarlos a salir a clases les puede ocasionar una terrible crisis de ansiedad o de pánico. El cuarto se convierte en su refugio ante tanto dolor y confusión mental. Pierden el apetito, no se bañan, todo les irrita, no duermen bien, no quieren hablar con nadie y prácticamente ya nada los hace sentir alegría. 

Autolesiones

Las redes sociales muestran vídeos donde los adolescentes se causan heridas, debido a que no pueden sobrellevar la carga emocional que representa para ellos el Bullying. Diversos estudios indican que es tanto el nivel de sufrimiento,  que prefieren dañarse a sí mismos, en un intento desesperado por salir del bucle donde están metidos.

Ideación suicida

Es el extremo al que llegan una gran cantidad de niños y adolescentes, víctimas del Bullying. Los casos se incrementan  cada día más,  y en todos los estratos sociales, es como un  virus del maltrato, que no ha sido atacado por los especialistas y sociedades protectores de los niños y los adolescentes.  Tanto niños como niñas encabezan las estadísticas de suicidio. Como antesala a esta decisión, han tenido mucho tiempo sumergidos en el consumo de alcohol, estupefacientes, y siendo rechazados, incomprendidos y también maltratados por su propia familia.