Lamentarme por lo que no hice

¿Cuántas veces te has arrepentido por algo que no has hecho? ¿Cuántas veces has creído que serías más feliz si hubieses hecho las cosas de diferente manera? ¿Cuántas veces te has quedado anclado cuestionándote una y otra vez en un hecho o conducta del pasado? 

En ocasiones el ser humano conecta con el arrepentimiento acerca de algo que hizo o no hizo en el pasado. El lamento es algo que nos entristece y nos marchita. La culpa por lo que no he hecho; las vidas que no vamos a vivir. 

El arrepentimiento está tremendamente relacionado con la depresión. En el pensamiento más depresivo esa es la carga más fuerte; la sensación de que he manejado mal mi vida. La idea de mirar hacia atrás continuamente y preguntarte mil y una veces; “¿Y si hubiera hecho…?” Nos paraliza y nos lleva a conectar con una cantidad enorme de emociones desagradables. Se podría decir que la depresión es un exceso del pasado. A diferencia de la ansiedad, por ejemplo, que tiende a ser un exceso de futuro. 

Nos creemos que no lo que no hemos hecho o lo que hemos dejado de lado es lo que podría habernos ofrecido un nivel de felicidad absoluta pero, ¿y si no?. Pacientes depresivos están continuamente mitificando qué hubiera pasado si hubiesen hecho lo contrario a lo que están haciendo. Ninguna experiencia te asegura la felicidad; todo tiene que ver con nuestro estado interno, con cómo aprovechamos nuestra vida. La felicidad consiste en no pasarte de futuro y no pasarte de pasado. Nos pasamos de pasado cuando situamos todo en algo que ya no podemos cambiar. Lamentarnos de esos acontecimientos es lo que nos hace encallar. Volver una y otra vez hacia atrás no tiene sentido. 

Quédate aquí, en el presente. Que el viaje hacia atrás te sirva para aprender de tus errores y conocer qué recursos te sirvieron en momentos determinados y que mirar hacia adelante te sirva para poner atención en lo que puede ayudarte a ganar el impulso que necesitas para seguir creciendo.