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Los principios del entrenamiento en habilidades sociales es un tema que ha ido desarrollándose con el paso del tiempo. En un principio, se vincula con intervenciones a personas con trastorno mental severo (aún se usa en estos casos), pero con la llegada de las teorías del aprendizaje social, este se transformó en una herramienta para modernizar las destrezas de las personas en el ámbito de las relaciones interpersonales.
Las habilidades de comunicación se pueden aprender, mejorar y practicar. No es necesario que la persona padezca de ningún tipo de trastorno para acceder a estas herramientas u obtener beneficios de ellas.
Son muchas las interpretaciones o descripciones referentes a las habilidades sociales, en resumen este concepto se refiere como un grupo de comportamientos y actuaciones que una persona adquiere de manera natural, son aptas de ser aprendidas y utilizadas y generan en ambientes interpersonales, tomando en cuenta las normas sociales con el propósito de lograr una base social o autoayuda.
La importancia de las habilidades sociales radica en que su vínculo con el ajuste psicosocial adecuado de la persona, evita el aislamiento, los trastornos afectivos y la falta de afecto. Las habilidades sociales son muy importantes en la cotidianidad de cualquier persona de acuerdo con los siguientes aspectos:
Las habilidades sociales se pueden entrenar con las experiencias de aprendizaje apropiadas. Los fundamentos de este tipo de entrenamiento radican en la observación de otra persona que lleva a cabo una conducta objetivo de manera conveniente para consecutivamente repetir y corregir los errores gradualmente para ir refinando. Para lograr esto la persona que quiere aprender recibe refuerzos positivos y negativos del profesional de la salud mental.
La técnica consiste en la repetición y práctica del comportamiento deseado en la mayor cantidad de situaciones, de varias maneras, lo más cercanas a la realidad posible.
Las características más resaltantes de los entrenamientos de habilidades sociales son las siguientes:
Por otra parte las ventajas de este tipo de entrenamiento son:
Existen una serie de técnicas desde el punto de vista psicológico para la adquisición de habilidades de una persona referente a su relación con otros, no tienen un orden específico, no son pasos, más bien se consideran elementos independientes que admiten ser repetidos y ampliado Están contenidos en seis técnicas muy diferentes descritas a continuación:
Modelado: En este caso una persona que posee las habilidades que se quieren aprender, lleva a cabo una serie de comportamientos o conductas de una manera adecuada para que la persona que es aprendiz las imite o copie. Estos modelos pueden actuar directamente las conductas o utilizar grabaciones. Para que este tipo de técnicas sea eficaz, el modelo debe ser lo más parecido posible a la persona observadora, en edad, género y referencia. El modelo no debe ejecutar la conducta de una manera exageradamente experta o hábil pues esta situación puede provocar desmotivación en la persona observadora. Debe más bien llevarla a cabo de una manera amable y cercana a la persona observadora. La condición de ánimo de la persona observadora se retribuye con apoyo positivo.
En la aplicación de esta técnica a mayor claridad y precisión, mayor es su efectividad. La persona observadora debe entender que su responsabilidad es copiar e imitar el modelo concentrando todo su interés en el comportamiento que este expone, analizándolo, ejercitándose y ensayando esa conducta.
Estos dos tipos de entrenamientos no están aislados, se puede llevar a cabo primero el entrenamiento primero de manera excluyente y luego pasar a la prueba real. El instructor puede aplicar una interlocución con el propósito de controlar la situación. Si la práctica es grupal los otros participantes pueden llevar a cabo tareas o realizar representaciones auxiliares.
La retroalimentación: Luego de llevar a cabo la práctica conductual es fundamental otorgar una fase de retroalimentación, basada en el abastecimiento de información a la persona acerca de la manera en que ha realizado las conductas objetivo de una manera muy concreta y específica. Es vital que se lleve a cabo un refuerzo de lo que la persona ha llevado a cabo de manera correcta y por otro lado informar en qué aspectos debe mejorar y cómo debe hacerlo.
La retroalimentación debe ser de forma inmediata para lograr alcanzar una mayor integración, en algunos casos lo mejor es que sea simultánea con la actuación de la persona.
El Refuerzo: Reforzar y resaltar todos los aspectos positivos de la actuación de la persona observadora o aprendiz es la mejor manera de hacer que dicha conducta se repita en un tiempo futuro. Estos refuerzos deben ser apreciados y admirados por la persona. Puede ser un refuerzo de tipo material con recompensas materiales o sociales en forma de aprobaciones o elogios. Los refuerzos deben ser suministrados en forma continua, luego se realizan refuerzos intermitentes, para reforzar la conducta y mantenerla en el tiempo.
La generalización: El objetivo de este tipo de entrenamiento es que la persona tenga la capacidad de ejecutar la situación en la vida real y no solo en la práctica. Es por ello que la realización de las conductas se debe llevar a cabo en cualquier aspecto o evento en la que el comportamiento pueda aplicarse por la persona.
Queremos ayudarte a conseguir una mejor versión de ti. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
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