Efectos psicológicos de la infertilidad.

En la actualidad, cada vez son más las parejas con problemas de fertilidad, por ello las terapias de reproducción asistida están en primera plana en estos días, sin embargo, todos estos procesos y procedimientos generan en las parejas muchos problemas emocionales. 

La incapacidad de concebir es un problema cada vez más vigente en la sociedad moderna y demandan la asistencia reproductiva por los problemas de infertilidad. 

Entre los motivos que generan problemas de infertilidad se puede mencionar: 

Actualmente, las mujeres intentan concebir a edad avanzada. 

Existe un componente relacionado con la disminución de la calidad fisiológica del semen en los hombres. 

Aunque, por un lado, la efectividad de los tratamientos de reproducción asistida ha alcanzado grandes logros, por otra parte, los casos de infertilidad están en franco aumento. 

Vivir esta realidad hace a las personas que lo padecen cuestionarse acerca de su infertilidad, esto a su vez tiene un impacto emocional bastante agudo.  

Esta es una situación muy estresante para la mujer y para las parejas, ocasionando una carga psicológica, con un elevado nivel de depresión, ansiedad, frustración e inseguridad. Además pueden llegar a presentar: 

Sentimientos de inferioridad. 
Falta de amor propio. 
Baja autoestima. 
Falta de interés por la vida. 
Presencia de miedos. 
Ausencia de confianza en sí mismos. 
Desvalorización de sí mismos como persona. 
Problemas de pareja y con el vínculo afectivo. 
A nivel emocional también pueden experimentar: 
Culpabilidad por no poder alcanzar ese anhelo de ser madre o padre. 
Sentimiento de profunda tristeza que se suma a frustración e impotencia. 
Aislamiento, social, familiar y hasta personal. 
Vergüenza. 
Y en algunos casos extremos, ira. 

Por ello, más que los problemas físicos, orgánicos y clínicos por las que se enfrentan las parejas o personas con problemas de fertilidad y activos en tratamientos de reproducción asistida, el componente psicológico cobra una importancia vital, pues estas generan consecuencias de riesgo de padecer trastornos o dificultades psicoemocionales. La infertilidad puede desatar alteraciones psicológicas muy relevantes. 

Es una práctica vital en procesos de fertilidad el apoyo psicológico: antes, durante y después de este tipo de tratamientos.