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La cohesión de equipo es un proceso dinámico que se refleja en la tendencia de un grupo a unirse y permanecer unido en busca de unos determinados objetivos; no es un proceso estático sino que va cambiando a lo largo del tiempo. Es común que sufra altibajos, sobre todo si el periodo de tiempo que el grupo debe permanecer unido es más prolongado.
Podría pensarse que a más cohesión de equipo, mayor rendimiento deportivo, pero no siempre será beneficioso para el equipo el mismo grado de cohesión. De hecho, esta puede manipularse en función de lo que más convenga al equipo en todo momento.
Hemos de diferenciar entre la cohesión social y la cohesión en relación a la actividad deportiva, pudiendo suceder que habiendo tensiones personales entre los deportistas, estén unidos en el objetivo que quieren conseguir. Puede ocurrir que algunos deportistas ante una alta cohesión social, desarrollen una actitud conformista en cuanto su aportación deportiva personal, pudiendo bajar así su rendimiento deportivo individual, y que se produzca también un poco de “holgazanería social”, que se baje el rendimiento por delegar responsabilidad en el equipo. Por tanto, será importante encontrar el grado apropiado de cohesión social y deportiva en cada momento y situación, para poder aprovechar los beneficios de la cohesión social.
Por ejemplo, en equipos que empiezan la temporada tras haber conseguido bastantes éxitos de la temporada anterior, sin apenas cambios de jugadores, podría ser útil que predominen variables que aún perjudicando a corto plazo la cohesión, favorezcan el esfuerzo individual evitando una posible relajación por exceso de acomodamiento tras el éxito pasado. Es decir, que se refuerce más las acciones individuales de ciertos jugadores que las del equipo en conjunto, por ejemplo. Esta estrategia también puede ser útil en equipos conformistas. Evidentemente, esta situación de rivalidad interna tendrá que ser sustituida paulatinamente por una mayor cohesión de equipo.
Por el contrario, en equipos de nueva formación o con muchos cambios de jugadores, es importante fortalecer la cohesión como objetivo prioritario. Debe diferenciarse un buen ambiente aparente de una buena cohesión. Es importante que el equipo disponga de una buena base de cohesión para estar preparado para enfrentarse a situaciones adversas, si la cohesión depende de resultados deportivos quedará a expensas de estos y correrá un grave riesgo de debilitamiento de la cohesión.
Y tu equipo, ¿crees que tiene una buena cohesión deportiva? ¿o es solo cohesión social?
Queremos ayudarte a recuperar tu sonrisa. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
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