Síndrome del nido vacío

¿Qué es el Síndrome del Nido Vacío?

El Síndrome del Nido Vacío es un trastorno evolutivo que se produce cuando los hijos/as abandonan el hogar familiar.

Principalmente se refiere al sentimiento de tristeza y soledad que sufren los padres cuando los jóvenes que cuidaron, se independizan y dejan de acompañarlos en su casa. Es usual que el Síndrome del Nido Vacío suceda cuando los hijos se van de su hogar para ir a estudiar a otra ciudad, cuando contraen matrimonio o cuando deciden irse a vivir solos.

Los síntomas que pueden aparecer son la tristeza y la soledad, seguido de un sentimiento de culpa, vacío, y en algunos casos de ineptitud, trayendo como consecuencia cansancio, fatiga y dificultad para concentrarse. Sin embargo, hay que tener presente que los síntomas dependerán en su mayoría de la personalidad y el entorno donde se desarrolle el individuo, así como también, el vínculo que se ha establecido con la persona que deja el hogar.

¿Cómo viven los hombres y mujeres el Síndrome del Nido Vacío?

En la actualidad el género femenino tienen un rol tradicional relacionado con la crianza y las tareas domésticas, también están más expuestas a sufrir el Síndrome del Nido Vacío. Esta desigualdad ha llevado a que existan desviaciones en la percepción de la salida de los hijos de la casa.

Con todo, adicionalmente es factible que las mujeres tienden a experimentar el sentimiento de pérdida al hecho de que estas situaciones comúnmente coinciden con la etapa de la menopausia.

Sin embargo, no significa que los hombres no lleguen a experimentar los síntomas característicos del Síndrome del Nido Vacío, solo que sucede pero con menor frecuencia

Para algunos padres resulta satisfactorio cumplir el objetivo que se habían trazado con sus hijos, y que estos hayan sido logrados con su esfuerzo. La situación conlleva de manera conjunta a un cambio y un proceso de adaptación que debe ser construido. En ese instante, como otros cambios en el núcleo familiar se puede originar una crisis en el equilibrio. Por lo tanto, la familia deberá reorganizarse y alcanzar su estabilidad nuevamente.

¿Cómo llevar el Síndrome del Nido Vacío?

Cabe destacar que aunque existe una ausencia de los hijos la relación con ellos no termina, sino que se desarrollará y vivirá de diferente manera. Sin dejar de lado, que si se quiere mantener una relación hay que fomentarla continuamente.

Por otra parte, para mitigar los síntomas del síndrome es recomendable prepararse paulatinamente, dándoles a los hijos mayor independencia y responsabilidades pero debe evitarse caer en el control excesivo.

Asimismo es importante aprobar la situación y construir un nuevo concepto de la vida, visualizandola con distintas etapas dinámicas que pueden presentar períodos de crisis. Si los hijos se van debe considerarse un proceso natural. Su salida es la construcción hacia una nueva forma de vida, por lo tanto, será una etapa vital que podrá causar al principio incomodidad y sentimientos de soledad y vacío, pero dejará crecimiento, siempre y cuando, queramos avanzar y constituir nuevas expectativas.

Si se tiene en cuenta los factores positivos que han terminado y los nuevos que comienzan, será una forma positiva de empezar a llenar ese vacío interior que a veces aparece. Igualmente cuando una etapa termina, otra llega desplegando una serie de oportunidades como la posibilidad de potenciar la vida de pareja, el aumento del propio espacio y el incremento de tiempo para hacer cosas. Es recomendable ser creativos y encontrar nuevos retos para renovar el plan de vida.

¿Qué sucede actualmente con el Síndrome del Nido Vacío?

Es probable que en la actualidad los efectos del Síndrome del Nido Vacío estén afectados por la crisis económica y los cambios de costumbres y hábitos de la vida. Por un lado, cada día hay más adultos jóvenes incapaces de independizarse por no contar con los recursos necesarios. Adicionalmente, se evidencia en algunos países un descenso de la natalidad reflejándose cada vez más familias con un solo hijo, lo cual podría representar su independencia de manera brusca.

Al mismo tiempo, las solicitudes de un mercado de trabajo más preciso lleva a muchos jóvenes a trabajar lejos de su lugar hogar, dificultando las reuniones y la conciliación familiar.

Tampoco es tan habitual que se pase un corto tiempo entre los hijos que se independizan y el momento en el que tienen un hijo, por eso en algunos casos las personas que viven el Síndrome del Nido Vacío ni siquiera llegan a tener la oportunidad de cuidar de sus nietos.

El perder parcialmente el acercamiento con un hijo puede parecer difícil de tolerar,  pero la forma en que se lleve depende en gran parte de las circunstancias materiales como las que abastece el mercado laboral y la situación económica de cada familia.