¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una reacción adaptativa que nuestro organismo activa para defenderse de un peligro o para afrontar una situación que consideramos amenazante. El estado emocional que nos hace anticipar una amenaza o un daño (puede ser real o no).

Diferenciación entre ansiedad adaptativa y desadaptativa

La ansiedad es una emoción universal que todos podemos llegar a experimentar más de una vez en nuestra vida. NO es mala a priori, como habitualmente se suele pensar.

Ansiedad adaptativa

La diferencia principal con la ansiedad desadaptativa: El daño o peligro esperado es una probabilidad real. La ansiedad adaptativa nos ayuda a movilizarnos, estar alerta y dispuestas a intervenir cuando observamos que hay riesgos y amenazas, para minimizar sus consecuencias. 

La ansiedad entonces nos empuja a tomar las medidas convenientes (huir, afrontar, adaptarse, proporcionarnos más energía para terminar una tarea, etc.), según el caso y la naturaleza del riesgo o del peligro. Cuando hay una amenaza real, tanto el cuerpo como la mente deben prepararse para enfrentarla. Si no lo hicieran, aparecería un gran sentimiento de indefensión al enfrentar el peligro.

Ansiedad patológica/desadaptativa

Cuando la persona se siente incapaz de enfrentar una amenaza (sin recursos necesarios) y, al mismo tiempo, percibe como amenazantes situaciones que no lo son realmente.

Las características de la ansiedad patológica/desadaptativa són la frecuencia e intensidad: Si la ansiedad pasa de ser un episodio poco frecuente, de intensidad leve o media y duración limitada, a convertirse en episodios repetitivos, de intensidad alta y duración prolongada.

¿Qué es la ansiedad?

En la ansiedad patológica hay respuestas desproporcionadas frente al estímulo que provoca ese estado. (ej. cuando se tiene miedo de que los ladrones entren en la casa y se pasa la noche en vela vigilando que esto no ocurra).

• Grado de sufrimiento: La ansiedad conlleva un grado de sufrimiento alto y duradero
• Interfiere significativamente en diferentes áreas de la vida de la persona que la padece (trabajo, familia, relaciones sociales, etc.)
• Afecta a los hábitos básicos: ritmos de sueño, alimentación y nivel general de activación

Generalmente, la ansiedad se manifiesta en 3 niveles diferentes:

1. Cognitivo / Pensamiento: Dificultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, pensamientos automáticos negativos, preocupación excesiva, expectativas negativas, sensación de vacio, temor a perder el control, dificultad para tomar decisiones, etc. Y en casos más extremos, temor a la muerte, a la locura, o al suicidio.
2. Síntomas físicos: taquicardia, falta de aire, temblor, sudoración, “nudo” en el estómago, alteración del sueño, presión en el pecho, etc.
3. Conducta: Estado de alerta constante, bloqueos, impulsividad, dificultad para estar quieto, comportamiento defensivo, búsqueda de seguridad, sumisión, evitación, etc.

La ansiedad puede ser desencadenada tanto por estímulos externos (situaciones) como por estímulos internos (pensamientos, sensaciones, imágenes). El tipo de estímulo capaz de evocar la respuesta de ansiedad vendrá determinado en gran medida por las características de la persona, y por sus circunstancias.