La lucha emocional de los médicos, policías y militares en esta pandemia del COVID-19

Los médicos y los policías conllevan unas de las tareas fuertes, los primeros que están en primera línea recibiendo pacientes y haciendo lo imposible para salvar vidas, sometidos a cuadros altos de estrés, donde algunos no pueden dormir por días, tratando de salvar las vidas de los pacientes que llegan a cada momento.

Asímismo reciben a los pacientes con la posibilidad de contagio, con medidas mínimas de seguridad en algunos países, y sin poder ver a sus familiares. Además, afrontan situaciones extremas, como las de dar todo y aun así ver morir a su paciente, ya que a veces no es suficiente lo que tienen y hacen todo lo humanamente posible, expuestos también a la frustración de no contar con la equipación necesaria. Lo que casi de seguro después de esta pandemia va a terminar en cuadros de estrés post traumáticos, y considerando el bajo sueldo que estos perciben.

Detrás separados por una delgada línea, están los policías y militares, que tratan de mantener a la población dentro de sus casas, personas que están bajo el sol todo el día, tratando de controlar la inconsciencia de las personas que a veces no quieren respetar la cuarentena. Obedeciendo órdenes de no dejar pasar a nadie por las fronteras, pareciendo que no tienen corazón, cuando por dentro se están muriendo por ayudar a esas personas que quieren entrar a su país. Así mismo controlando que las personas que salen porten el permiso correspondiente, en bajas y altas temperaturas, y a veces reciben un poco de agua de la población y algo de comida, ya que a veces durante todo el día no están alimentados, ya que están en movimiento de un lugar a otro para tratar de mantener el orden.

En algunas poblaciones sufren agresiones físicas, sufren golpes, y con los movimientos políticos enfrentándolos contra su pueblo. Ambos bandos están expuestos a altas situaciones de estrés, que pueden derivar en cuadros graves de insomnio, cuadros de depresión profunda y así mismo de estrés post trauma, debido a su no descanso. Alejados de sus familias, pensando en que pueden contraer el virus y que pueden estar conminados a estar encerrados en una cuarentena y que en el peor de los casos van a perder su vida y no van a ver a los suyos. Tampoco regresan a casa para no contagiar a los suyos, y en poblaciones del tercer mundo, las condiciones son más precarias, donde las personas no quieren obedecer las cuarentenas y se estrellan en contra de los policías y militares.

En Psonrie te invitamos a tomar conciencia y para alivianar un poco ese trabajo, quedarnos en casa y no causar desorden.