La ansiedad es necesaria y sana

¿Cómo algo que me hace sufrir tanto puede ser sano? Las personas que sufren o han sufrido por ansiedad pueden encontrar extraño que se afirme que esta es "normal", y no solo eso, sino que es necesaria. Lo cierto es que la ansiedad es una función adaptativa con la que todos contamos, que protege nuestra integridad física y mental y que ha permitido que nuestra especie llegue hasta donde estamos ahora.

La ansiedad adaptativa

La ansiedad nos activa, nos prepara ante los peligros de maneras diversas: aumentando la frecuencia cardíaca, acelerando la respiración, tensionando los músculos, etc. Todo esto forma parte del sistema nervioso simpático, necesario para prepararnos para la acción. En la prehistoria esta activación nos servía ante posibles amenazas de la naturaleza, hoy en día se activa en situaciones que nos podemos encontrar en nuestra rutina diaria. Por ejemplo, podemos sentir ansiedad ante un examen, una entrevista de trabajo, una exposición en público, un accidente de tráfico, una primera cita... Ayudándonos a estar alerta, preparados para actuar y actuar de manera eficaz ante estas situaciones. En estas y otras muchas circunstancias no la podemos evitar, y de hecho ¡es necesaria y sana! 

Cuando sabemos gestionarla, utilizarla en nuestro favor, nos ayuda a estar más preparados ante las situaciones relevantes que nos encontremos. 

Entonces, ¿Por qué a veces sufrimos por ansiedad? 

La ansiedad patológica

La ansiedad también puede aparecer con una frecuencia muy elevada, con mucha intensidad  y/o ante situaciones que no suponen una amenaza real, causando malestar a la persona y afectando considerablemente a su día a día; hablamos de ansiedad patológica. 

En este caso, es necesario recurrir a la ayuda de un profesional que nos ayude a averiguar la raíz de ésta. 

¿ Cómo controlar la ansiedad patológica? 

Una de las formas de trabajar con la ansiedad es identificar los pensamientos asociados a estas sensaciones físicas para tomar consciencia de que nos dice ese "enemigo" en el que se convierte la ansiedad, exponernos a ello, analizarlo, para poco a poco aprender a  cuestionarlo. Así mismo, se pueden adquirir  herramientas de gestión de la ansiedad, como técnicas de respiración, de relajación o de exposición a las sensaciones físicas. Por otro lado, el trabajo emocional nos ayuda a averiguar qué emociones se esconden detrás de nuestra ansiedad.

En todo caso, la ansiedad puede convertirse en una aliada que, pese a alterar nuestra tranquilidad inevitablemente, aparezca en nuestra ayuda cuando la necesitamos.