La fantasía como técnica terapéutica

Nos pasamos el día fantaseando y imaginandonos situaciones de manera inconsciente. ¿Y si enfocamos y guiamos nuestras fantasías para mejorar nuestro estado psicológico?  

¿Qué es la fantasía guiada?

La fantasía guiada o fantasía dirigida es una herramienta terapéutica por la cual a través de las instrucciones del terapeuta, se dirige la imaginación del paciente hacia una experiencia del pasado o del futuro.

El objetivo es experimentar la situación imaginada pudiendo sentirla y vivirla como si fuera real, lo que nos permite poder trabajar todas las emociones que aparecen en esta.

La fantasía guiada va desde imaginarse: en un lugar apacible para meditar, hablando en público para reducir la ansiedad, enfrentar temores y fobias o simplemente dar una vuelta por donde te lleve tu creatividad.

De la fantasía guiada al entrenamiento mental

Hace tiempo que los profesionales de la salud mental utilizan la fantasía guiada, pero la única conclusión que se sacaba de todo esto era simplemente “la facilidad con la que  podemos engañar a nuestra mente tan poderosa” por no estar corroborada por estudios científicos; hasta hace poco.

Recientemente varios científicos de la universidad de Oslo llevaron las dudas de esta técnica a sus laboratorios para ver qué tan reales se pueden volver las imágenes mentales.

Tomaron un grupo para ver la reacción de la pupila ante una luz imaginaria. Las instrucciones eran simples: con los ojos cerrados tenían que imaginarse objetos sumamente incandescentes, un atardecer, la noche o un foco. Y a través de la tecnología de rastreo ocular pudieron comprobar que efectivamente las pupilas reaccionaban a dicho estímulo imaginario.

Este estudio nos confirma que tenemos la misma respuesta ante estímulos reales como imaginarios ya que las estructuras mentales y las estructuras físicas se entrelazan con las imágenes mentales que construimos.

Estos resultados les dan un peso enorme al entrenamiento mental en habilidades, teniendo un sin fin de campos de acción. Y actualmente, con los visores de realidad virtual podemos llevar esto a un paso más allá en este tipo de entrenamiento.

¿Y tú, te atreves a probarlo?