Zombieing: cuando quien nos dejó sin razón regresa a nuestras vidas

Se define como zombieing a aquella persona que tras marcharse de nuestra vida sin explicación alguna o decir nada, regresa mediante un mensaje. Pero ese retorno no es casualidad, porque tiene por objetivo alimentar su ego y fortalecer su autoestima.

Los términos ghosting (desaparecer de la vida amorosa de una persona sin explicación) y orbiting (finalizar la relación con una persona, pero continuar interaccionando con ella por redes sociales) ha surgido en los últimos años, pero el zombieing es algo que se maneja desde hace muy poco tiempo.

Definir a estos fenómenos vinculados estrechamente con las nuevas tecnologías es una necesidad, porque la presencia de estos medios han transformado la forma interrelacionarse las personas y, en ocasiones construir o destruir las relaciones de pareja o de amistad.

El zombieing define un tipo de comportamiento que hace referencia a una persona que hizo ghosting y que repentinamente regresa a su vida a través de las redes sociales, un mensaje de texto o por WhatsApp. Alguien, que se consideraba desaparecido, regresa nuevamente al presente con normalidad y con el objetivo de resucitar la relación.

Utilizar el término zombi no deja de mostrar una realidad que se da con mucha frecuencia y genera un gran sufrimiento. Asumir la desaparición de una persona a la que se estaba relacionado emocionalmente es fuerte, pero enfrentar su retorno sumerge a la persona en una gran preocupación e incertidumbre.

Sufrir zombieing es una situación complicada. Se abren nuevamente las heridas, el equilibrio que se ha logrado tras una ausencia se ve alterado y, con la presencia de ira, irritación y dolor porque la persona que regresa lo hace fresca y resplandeciente, buscando llamar la atención como si no hubiese sucedido nada.

¿Cuál es el perfil que tiene el zombieing?

Buscan alimentar su ego

La persona que practica usualmente el zombieing, surge cuando tiene hambre. La pretensión por mantener su insaciable ego lo estimula a buscar el contacto con quien, en un momento determinado, le facilitó aquello que más necesitaba (admiración, cariño y atención).

Se podrían definir como personas narcisistas, inmaduras y carentes de empatía. Aunque, en su comportamiento concurren en realidad una serie de procesos, uno de ellos es la fragilización de la relación. No necesariamente, debe padecer de algún trastorno de la personalidad ya que debemos verlo como un comportamiento social, un esquema cada vez más frecuente.

La persona que se fue un día sin motivo aparente no necesita ninguna excusa para regresar. Lo hace porque no aprecia los vínculos amorosos ni las relaciones, ni ve algún problema en su actuación. Para una persona que fue antes un fantasma y vuelve convertido en un zombie, todo se mueve según su apetito y necesidad. Considera el amor como algo desechable, que se usa, se tira y hasta puede reciclarse si se quiere.

Si la expareja regresa después de un tiempo tras haber dejado a su pareja, lo hace simplemente para fortalecer su ego y porque probablemente, necesita nuevos refuerzos que lo estimulen.

¿Cuáles son los aspectos a considerar ante un zombieing?

• Concretar los sentimientos: debe pensarse con objetividad. Si una persona se fue sin despedirse y regresa de manera repentina, entonces es importante analizar la situación pensando si a corto o largo plazo se repetirá.
• El daño emocional no debe normalizarse: si la tecnología avanza no significa que se deben normalizar algunos comportamientos que son incorrectos, como por ejemplo lastimar a otra persona.
• Prestar atención si la persona ha cambiado: porque el entorno puede haber cambiado; es posible que la persona que antes desapareció haya madurado. Si se quiere puede analizarse su conducta objetivamente.
• Conseguir seguridad en uno mismo: este aspecto aplica a la persona que ha soportado la ruptura sin finalizar y luego el retorno repentino. Cuando alguien coloca la seguridad en sí mismo, a esa persona ya no le importa lo que hagan los otros.
• No utilizar paliativos: que sólo reduzcan el dolor en ese momento (como aparentes fantasías o ilusiones) ya que se impide procesar el dolor por la pérdida afectiva sufrida.

¿Qué hacer ante la presencia de un zombieing?

En primer lugar, hay que ser prudentes. No se debe perder la perspectiva, por muy tentado que se sienta al leer los mensajes, audios e invitaciones que recuerdan los momentos vividos. Porque su retorno no es casualidad ni inofensivo, el zombi siempre demanda algo, siempre regresa con hambre y es hábil a la hora de abrir cicatrices ya sanadas.

El haber experimentado un ghosting es para no dejar que algo así se vuelva a sufrir. El amor no prospera con fantasmas ni con zombis, debido a que toda relación que duele, lastima y extorsiona no es efectiva, no se merece y es recomendable mantenerse a distancia.

Además, lo más conveniente es omitir esos mensajes, no permitirles su entrada y protegernos, por encima de cualquier situación o persona.