Trastorno de Ansiedad por Enfermedad y COVID-19

A nivel de la población han aumentado los trastornos de ansiedad asociados al COVID-19. Sentir ansiedad ante las situaciones de amenaza puede ser una respuesta normal. Sin embargo, si los síntomas de ansiedad y pánico interfieren en el bienestar, son difíciles de controlar, desproporcionados en relación a los peligros reales y duraderos en el tiempo; se requiere ayuda profesional.

Uno de los trastornos de ansiedad, sistematizado por la Psiquiatría moderna, es el Trastorno de Ansiedad por Enfermedad que consiste en la preocupación o miedo de tener o adquirir un trastorno grave de salud. El diagnóstico se confirma cuando el miedo o preocupación persiste durante seis o más meses, a pesar de haberse tranquilizado la persona después de una evaluación médica detallada. Quienes sufren de este trastorno se sienten excesivamente ansiosos porque malinterpretan o exageran síntomas físicos insignificantes o funciones normales del organismo. El trastorno se va construyendo de acuerdo a la historia personal, y puede ser desencadenado por alguna enfermedad previa de la persona afectada o de algún familiar, un trauma, la muerte de un ser querido, u otras tensiones extremas. Generalmente, aparece entre los 20 y 40 años, tanto en hombres como mujeres, es común en personas de la tercera edad y puede estar acompañada de depresión. Al ser médicamente descartada la enfermedad o dolencia física, estas personas pierden la atención de familiares y amigos, quienes no lo toman en cuenta, no comprenden qué les suceden, atribuyen que están manipulando, cuando en realidad sí se sienten mal y sí padecen un trastorno. Generalmente se deterioran las relaciones personales y el desempeño laboral.

Es posible que en muchas familias existan personas con este trastorno sin haber sido diagnosticados, por lo que se convierte en una situación de difícil manejo. Ante la problemática mundial de la pandemia con el virus COVID-19, se pueden agudizar los trastornos de ansiedad por enfermedad. Es importante determinar la posible existencia del trastorno en algún miembro de la familia, considerando su conducta previa ante los miedos a enfermarse o padecer alguna enfermedad, así como la reacción que se manifiesta ante la pandemia actual, aunado a la situación de confinamiento y colapso de los sistemas de salud que limitan la visita médica.

Si tenemos o sospechamos tener un familiar con este trastorno, ¿cómo podemos a ayudarlo?

• Mostrar empatía, escucharlo y apoyarlo en su necesidad de sentirse atendido.
• No contradecirlo, entender su sensibilidad, ya que realmente tiene un malestar.
• Reconocer la preocupación o miedo como el síntoma más importante.
• De ser posible, favorecer actividades físicas.
• Facilitar actividades como cursos de idiomas online, cocina, repostería, manualidades.
• Potenciar las relaciones con familiares y amigos a través de las redes sociales.
• Psicoterapia online para el paciente y de apoyo para sus familiares.