Terapia breve estratégica para la depresión

Existe un gran número de investigaciones de tipo científicas, no avaladas por la industria farmacéutica, que advierten que la depresión es una reacción patológica; sin embargo, mayormente se origina debido a otros trastornos obsesivos y fóbicos, también por la vivencia de una serie de situaciones traumáticas y difíciles en la vida como problemas de pareja, muerte de familiares cercanos y queridos, eventos traumáticos, entre otros. El porcentaje de personas que presentan depresión debido a causas netamente biológicas es muy bajo, es decir, no es muy común.   

La palabra depresión suele pensarse como una etiqueta creada para asignar el origen de la gran mayoría de las patologías psiquiátricas y de comportamiento y no es considerada como un efecto. A partir de este punto de vista, la prescripción de medicamentos antidepresivos aumenta considerablemente y afecta de manera negativa la creación o planificación de terapias o métodos de intervención más eficaces que ayuden a eliminar el trastorno en sí.   

Varios investigadores científicos han buscado la manera de establecer los parámetros de cómo se construye una depresión, particularizando las soluciones que se han intentado con pacientes y que no dieron resultados satisfactorios o no funcionaron y que además, generaron que ese ciclo de sufrimiento permaneciera y se agravará. 

Las soluciones disfuncionales, utilizadas primordialmente que generan depresión son tres:

Inclinación a renunciar o abandonar en muchas situaciones de la vida: Se refiere aquellas personas que no enfrentan ni atacan los problemas que se le presentan en la vida, no tienen ningún empeño para enfrentarse a las dificultades y obstáculos, sea cual sea su origen o magnitud.   

Preferencia por encomendar a otros la solución de problemas o conflictos de vida: Es muy frecuente que los familiares de un paciente con depresión lo ayuden de manera excesiva, lo cual ocasiona efectos secundarios que terminan manteniendo el trastorno. Además, la persona delega en sus familiares u otras personas cercanas. la resolución de sus problemas.

Inclinación a hacerse siempre la víctima de la situación que ocurre: Tener sentimientos de víctima, sin que existan razones para asumir esta posición, es un estado muy peligroso, ya que intensifica los síntomas del cuadro depresivo, debido a que la persona continúa renunciando y comisionando sus problemas a que otros lo resuelvan. 

Entre los síntomas que pueden presentarse ante la presencia de un cuadro depresivo se puede mencionar: 

• Tristeza: La persona no tiene ningún tipo de motivación por hacer sus cosas, su estado de ánimo es de mucha tristeza, no tiene energía ni tampoco ilusión por nada, además, en algunos casos puede sentir irritabilidad.
• Descenso de su interés, de placer por casi todas las actividades o situaciones de su entorno.
• Pérdida o aumento exagerado de peso, sin que la persona esté pasando por un proceso de dieta para ello. El apetito puede aumentar o desaparecer de un momento a otro.
• Aparición de insomnio o hipersomnia.
• La persona experimenta agitación o enlentecimiento psicomotor.
• Sensación de mucho cansancio y fatiga. La persona no tiene energía.
• La persona experimenta el sentimiento de sentirse inútil, con culpa,  de manera exagerada que puede hasta llegar a ser delirantes.
• Falta de concentración y capacidad para pensar y razonar.
• Problemas para tomar decisiones.
• Permanente pensamiento negativos llegando al punto de pensamientos suicidas.

Es importante aclarar que la depresión es un trastorno completamente superable, aun cuando en el ambiente de la psiquiatría se considera una enfermedad de tipo crónica y que no es posible resolverla de todo, sino ponerla en pausa.  

De acuerdo con la terapia Breve Estratégica del psicólogo Giorgio Nardone y la metodología de investigación – intervención se puede concluir que las depresión si se puede curar. Para ello, se debe conducir al paciente hacia comportamientos distintos ante las situaciones normales y cotidianas de su ambiente, además es necesario ayudarlo en la resolución de los problemas previos que este presentaba.  

El profesional de la salud mental, mediante un lenguaje de tipo persuasivo e hipnótico estimulará a la persona a llevar a cabo cosas diferentes. Con la utilización de este tipo de diálogo estratégico que se establece entre el psicoterapeuta y el paciente, se genera una situación emocional correctiva. De esta manera el paciente primero experimenta nuevos sentimientos ante una situación y después piensa y construye su vida y decisiones de otra forma. 

Entre las soluciones que pueden ayudar ante la presencia de estados depresivos, sin que esto sustituya la ayuda psicológica profesional, se puede mencionar: 

Moverse: Ejecutar rutinas de ejercicios cardiovasculares diariamente, 
Descansar: Dormir el tiempo necesario para que el cuerpo descanse. 
Comer: De manera placentera y de forma abundante. 
Amar: Querer a todas las personas, animales o cosas que te rodean. 
Establecerse objetivos y metas de vida y trabajar para alcanzarlos. 
Centrarse en ser una mejor persona para uno mismo y los demás. Lo pasado dejarlo atrás y no preocuparse por el futuro. 

Al momento de ayudar a una persona con depresión, es necesario tomar en cuenta varios aspectos, para evitar empeorar sus síntomas o que se tornen crónicos. Para ello es necesario saber que: 

La ayuda excesiva o tratarlos demasiado bien trae consecuencias secundarias a este problema, que generan que la depresión se extienda por mucho más tiempo. 

Tener muchas conversaciones acerca del problema lo hace más grave, por ello es necesario ayudar a la persona con depresión a cambiar su apreciación de la realidad hacia una más optimista y diferente. 

Si la persona con depresión siente que no lo dejan sentirse mal, se sentirá más mal aún.  Este debe ser capaz de tener el coraje suficiente para salir del dolor, si no de ninguna manera podrá dejar de sufrir. 

Además, es importante que la familia del paciente con depresión se involucre en la terapia psicológica para que adquieran las herramientas necesarias para enfrentar de manera correcta el caso particular de su familiar. En la mayoría de los casos donde la familia se involucra en la terapia se tiene un gran éxito en la mejoría del paciente.