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Hoy en día es más frecuente la conformación de familias ensambladas debido a que las parejas toman la decisión de separarse o divorciarse aunque existan hijos en común. Es normal que los padres en situación de soltería inicien nuevas relaciones con personas que a su vez tienen hijos de relaciones pasadas.
De esta manera las familias se reconstruyen tratando de conformar un hogar con hijos de distintos progenitores, presentándose en algunos casos dificultades para coexistir de una manera agradable, plácida y armoniosa. Este escenario es incómodo, pero la pareja debe identificar el origen del problema para garantizar una óptima convivencia.
Por lo general las rupturas y crisis dentro una pareja son ocasionados por problemas relacionados con los hijos no comunes. En ocasiones es posible que la relación con los hijos de la pareja se lleve a cabo de manera agradable, aunque con frecuencia puede ser un proceso complejo y lento por las emociones que acarrea para el niño preparase y acostumbrarse a las nuevas condiciones, pudiendo perturbar la relación de la pareja.
Es posible que lograr el acuerdo en el entorno familiar que se está formando necesite de una gran voluntad y esfuerzo. En cualquier caso, para conseguir un entorno agradable tanto la pareja como los hijos no comunes deben basar su relación en la paciencia, el respeto y la sinceridad, sin olvidar tener una actitud empática.
En comparación con décadas pasadas, el divorcio se presenta en la sociedad actual como un hecho normal y corriente. Debido a que la presión social por conservar el matrimonio ha disminuido considerablemente, cada día existen más parejas que prefieren separarse cuando su relación no es agradable ni conveniente. En consecuencia, se observa un incremento en el número de familias formadas por parejas con hijos de relaciones pasadas.
Adaptarse a un entorno familiar nuevo puede ser incierto y difícil para la pareja y los hijos no comunes, que de no ser llevado de manera adecuada puede ocasionar malestar e incomodidad entre los miembros de la familia, así como también entre las parejas pasadas. En la actualidad, la gran variedad de disposiciones familiares que existen hace que los rasgos y características de cada una de ellas puedan ser diferentes, trayendo como consecuencia dificultades para definir los acuerdos básicos para una convivencia sana.
Una razón habitual de discusión con la pareja en relación a los hijos no comunes son las discrepancias relacionadas con el modo parental. Ocurre con frecuencia que uno de los integrantes de la pareja opte por una educación autoritaria y el otro por una más flexible, ocasionando en algunos casos roce entre los dos. De igual manera, pueden existir contradicciones educativas entre los dos progenitores biológicos que pueden inquietar al hijo en común.
Este tipo de complicaciones son más usuales cuando los dos integrantes de la pareja tienen hijos de relaciones pasadas. En este tipo de escenarios se suelen generar problemas debido al conflicto en la forma de educar y la tensión que se produce en consecuencia.
En las familias ensambladas suelen presentarse las siguientes dificultades:
Queremos ayudarte a superar tus problema de pareja. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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