Las habilidades sociales de una persona le abren más puertas y oportunidades que una hoja de vida laboral
Las habilidades sociales de una persona le abren más puertas y oportunidades que una hoja de vida laboral, para conseguir un buen empleo y mantenerlo las personas deben reforzar estas habilidades.
Las habilidades sociales están siempre presentes en la vida personal y laboral. Las empresas a la hora de contratar deben tomar en cuenta la manera en que los candidatos se relacionan con los demás, su lenguaje corporal, expresión hablada, como escuchan a los demás, su confianza en sí mismos, su influencia, sin son persuasivos. Todas estas habilidades le ayudarán a encontrar un empleo y obtener una promoción en su puesto actual.
Todas estas habilidades tienen una influencia para la creación de un ambiente laboral positivo. Situación que es imprescindible en la productividad y rendimiento de una empresa. Los aspectos académicos, la experiencia y la preparación son importantes, pero las habilidades sociales como el trabajo en equipo, el liderazgo, la motivación y la colaboración son fundamentales para tener acceso a un puesto de trabajo.
Según varios estudios, la determinación es una de las habilidades más buscadas por las empresas, después le sigue la proactividad, adaptabilidad, honestidad y el trabajo en equipo. Tener estas habilidades nos dan una ventaja sobre otras personas por ello es importante adquirirlas y entrenarlas constantemente.
Entre las habilidades más importantes se puede mencionar:
Escuchar de manera activa: Es importante escuchar con mucha atención a los demás. Estar atentos a la expresión corporal del interlocutor, estudiar y analizar su metalenguaje y demostrar atención a lo que te dicen es muy importante. Concéntrate en la conversación en su significado, así podrás proporcionar una respuesta más completa y útil. Demostrar y prestar atención a la persona que te está hablando.
Empatía: Es una de las habilidades más importantes, pues ayuda a entender el sentimiento de los demás, reconociendo en nosotros mismos. Es decir, ponerse y entender la situación de otros. Es una buena práctica preguntarse qué sienten o piensan los demás y que es lo que podemos hacer para que nuestras acciones tomen en cuenta estos sentimientos, con el objetivo de crear buenas relaciones y ser valorados en nuestro entorno de trabajo por ejemplo.
Asertivo: Es importante tener conocimiento de cómo expresar nuestra opinión o decir que no ante alguna situación sin necesidad de crear un conflicto. La asertividad elimina el nivel de ansiedad que proporciona decir que no y suaviza la relación con los demás.
Habilidad de negociación: La negociación es una habilidad muy importante, a partir de ella se puede acordar el salario, el horario, los deberes, responsabilidades inherentes a un puesto de trabajo, es saber cómo defender tus derechos e intereses.
Credibilidad: Ser una persona confiable es sinónimo de una gran garantía laboral. Es una habilidad que no solo se aparenta, la persona debe demostrar ser honesta, consecuente y cada palabra debe estar sustentada con acciones. En pocas palabras ser éticos.
Respeto: Tener la educación mínima que exige la sociedad y tu propio ser además del respeto a tu superiores en el trabajo, esto abarca cosas más trascendentes como es el hecho de respetar la opinión de los demás, apreciar las ideas de los otros y asumir la posición de que no siempre se tiene la razón.
Compasión: Todos estamos propensos a cometer errores, todos pasamos por situaciones negativas y difíciles pero no todas las personas tienen las herramientas para enfrentarlas. La compasión, ayudar, perdonar son de vital importancia para constituir buenas relaciones laborales.
Pensamiento Positivo: Aquellas personas con pensamientos positivos son más felices, triunfan y disfrutan.
Cortesía: Es vital dar las gracias siempre, pedir por favor, ser agradecido, hacer favores, saludar, despedirse, sonreír, preguntar por el estado anímico de los demás, mirar a las personas a los ojos.
Inteligencia emocional: todos debemos ser capaces de analizar, gestionar y entender nuestras emociones. Para encaminar nuestras conductas y evitar en gran medida los conflictos y rabias es importante entender nuestras emociones, sentimientos y cómo reaccionamos ante los demás o con nosotros ante estas emociones. Además debemos saber impulsar todas las actividades que nos proporcionan bienestar y felicidad.
Mente abierta: Ser personas flexibles, sin prejuicios, respetuosos de otras culturas, de otro tipo de educación, nunca tener miedo a lo que es diferente son habilidades que aseguran una mejor relación con las otras personas.
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