Emociones y microbiota

Otras temáticas

Emociones y microbiota

¿Cuantos deportistas refieren problemas intestinales, sobretodo en competiciones importantes, que les repercuten en el rendimiento y a veces son motivo de abandono? ¿Podemos reducirlos al sistema gastrointestinal?

¿Cuántos deportistas refieren problemas intestinales, sobre todo en competiciones importantes, que les repercuten en el rendimiento y a veces son motivo de abandono?

¿Podemos reducirlos al sistema gastrointestinal? Desde la psicología deportiva-PNI hacemos hincapié en la importancia que tiene la regulación emocional y hábitos de vida sobre nuestro cuerpo, y que por lo tanto repercutirán en nuestro rendimiento. 

Otros ejemplos de la relación emociones e intestino las encontramos en la alimentación emocional, el malestar digestivo durante o tras periodos de estrés/ansiedad/angustia, el bajo ánimo en algunas personas con sobrepeso o trastornos digestivos, etc. Eje cerebro-intestino: circuito neuroendocrino entre sistemas de recompensa dopaminérgica y de hambre-saciedad + microbiota intestinal, que regula nuestras emociones y la toma de decisiones alimentarias.

Las emociones se generan en respuesta a estímulos internos o externos. Ante un estímulo que genera alerta, acontecen cambios físicos de forma adaptativa y se vuelve al estado original o persisten crónicamente si la emoción no se resuelve, hiperactivado el eje Hipofisario-pituitario-adrenal (HPA).

La activación del eje HPA sostenida en el tiempo libera hormonas de estrés y citocinas inflamatorias que promueven el crecimiento bacteriano de patógenos. Este escenario facilita la pérdida de la integridad de la mucosa intestinal. La inflamación está relacionada con alteraciones neurobioquímicas como la alteración de la síntesis de serotonina, el agotamiento de la melatonina y el triptófano y el daño neuronal en el hipocampo. La desregulación del eje HPA, altera el sistema de recompensa cerebral mesolímbico (BRS), resultando en alteración cognitiva y emocional: insatisfacción/desánimo/anhedonia. 

Por su parte, la ingesta de procesados producen una fuerte recompensa neuronal por la estimulación de las vías dopaminérgicas del BRS, alterando la regulación fisiológica hambre-saciedad= Apetito continuo y de productos muy palatables. Alteraciones del BRS+emociones negativas+estilo de vida poco saludable=Disbiosis (desequilibrio de bacterias beneficiosas y no beneficiosas del intestino)

La microbiota intestinal ayuda a regular las emociones y la cognición por su comunicación bidireccional con el cerebro a través del nervio vago. Ciertas bacterias intestinales sintetizan neurotransmisores que sirven como segundos mensajeros en el cerebro: afectación cognitiva y emocional.

¿Todavía pensamos que solo con hacer deporte basta? ¿Todavía no relacionamos lo que sentimos con lo que nos pasa?


Etiquetas:

Suscríbete a las Noticias de Psonríe

Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir

Responsable: INNOLAPPS, S.L. (PSONRIE)
Finalidad: Prestación de servicios de orientación psicológica on line, así como el envío de comunicaciones comerciales.
Procedencia de los datos: Interesado, padre, madre o tutor legal.
Categorías: Cualquiera de las categorías especiales de datos indicadas en nuestra política de privacidad.
Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional que puede consultar en el apartado política de privacidad de la web www.psonrie.com.

Top