Ansiedad al despertar

Son muchas las personas aquejadas de esa ansiedad matutina, una ansiedad que aparece nada más despertar y que viene acompañado de pensamientos negativos e incluso catastrofistas.

En el siguiente artículo vamos a hablar de los motivos por los cuales sentimos ansiedad al despertar, pero también las estrategias que podemos utilizar para combatirla.
 

Causad de la ansiedad al despertar

Existen múltiples factores que intervienen en este tipo de patología. Desde causas exógenas (externas) como causas endógenas (de la propia persona).

Una de las causas más extendidas y frecuentes entre las personas, es debido a los niveles altos de cortisol que presentan por la mañana debido a situaciones de estrés prolongados en el tiempo. Dichos niveles altos de cortisol provocan la serie de síntomas tan desagradables que experimenta la persona (opresión en el pecho, sensación de nudo en la garganta, nerviosismo, sudoración, acusado bajo de estado de ánimo, pensamientos derrotistas/catastrofistas, entre otros).

Otra causa suele asociarse a la acumulación de problemas por resolver, también puede hacer incrementar nuestros niveles de cortisol. Si pasamos por una época donde somos conscientes de una serie de problemas que aún no somos capaces de solucionar, dicha situación puede provocar malestar clínicamente significativo.

La procrastinación también suele ser otra causa de ansiedad al despertar. Sabemos que debemos de hacer ciertas tareas, por lo que nuestro cerebro nos avisa de que tenemos temas pendientes y para ello, utiliza la ansiedad como forma de alarma y/o de aviso.

Así mismo, si somos exigentes con nosotros mismos y/o creemos no ser válidos en nuestras funciones (síndrome del impostor), podemos amanecer con sintomatología ansiógena que da lugar a pensamientos del tipo “tengo que dejar el trabajo”,”para esto no sirvo”, “soy un fraude”, etc.
 

¿Qué podemos hacer para combatir la ansiedad al despertar?

Antes de ir a dormir, debemos de dar un repaso de aquellas cosas que hemos realizado bien o situaciones que nos han hecho sentirnos tranquilos y felices. De esta forma, programaremos nuestro cerebro a que durante la noche trabaje sobre las experiencias positivas vividas y no sobre aquello negativo (que suele ser una minoría).

Practicar respiración por la mañana. Dedicaremos 10-15 minutos a centrar nuestros pensamientos y sentidos a nuestra respiración. Nos puede ayudar prestar atención a la temperatura al inhalar (frío) y al exhalar (caliente).

Realizar las actividades pendientes antes de finalizar el día. No dejar las responsabilidades para más adelante.

El ejercicio físico al atardecer, un ejercicio suave puede ayudarnos a regular las endorfinas y provocarnos bienestar.

Solicitar ayuda psicológica para resolver esos problemas pendientes que somos incapaces de hacer por nosotros mismos.