Trabajar por turnos: ¿cómo afecta a nuestra salud?

Nuestro cuerpo normalmente necesita descansar de noche para en el día estar activo. La cronobiología es la ciencia que estudia horarios biológicos diferentes al que nuestro cuerpo está doblegado; sin embargo, con base en nuestra sociedad, la forma de vida es impulsada en la división del trabajo y hay veces que no toman en cuenta este fenómeno.

Generalmente, en el horario en el que hay mayor luz solar, nuestro cuerpo ya está listo para mantenerse en acción. Esto ocurre debido a que hay una serie de mecanismos neuroendocrinos que nos inclinan a estar en una especie de estado de alerta, dándonos la oportunidad de poder centrarnos en nuestras tareas.

En el transcurso del día, nuestra red de glándulas segregadoras junto a nuestro sistema nervioso se organizan para que así nuestro estado psicológico, nos deje dentro de lo que cabe, utilizar nuestro mayor potencial en la luz del día, donde tenemos la oportunidad de realizar muchas cosas.

Cuando cae la noche, esto cambia de manera que nuestro cuerpo se prepara automáticamente para descansar. El ciclo de nuestro sueño-vigilia ya viene de muy atrás definido por las horas del sol, donde viene siendo una luz del astro rey, la cual regula la productividad de melatonina, esta es la horma que se encarga de regular el sueño y al caer la noche es la que nos incita a dormir.

Sin embargo, por lo general, en el mundo cada vez las exigencias van más orientadas a la especialización de trabajos y la economía global, lo que hace que la mayoría de los puestos de trabajo tengan la necesidad de acoplarse a turnos, lo que implica muchas veces trabajar de madrugada.

Existen posibles consecuencias mentales y físicas al trabajar por turnos, ya que nuestro organismo es una máquina biológica que cuando se encuentra forzada, comienza presentar ciertas alteraciones causadas por estrés metabólico al que se encuentra sumergido, y esto sucede por cambios inesperados en nuestro horario de dormir y comer. Esto causa desgaste, sobre todo en situaciones en las que seamos los que cambiamos de turno laboral muy regularmente, por lo que hacemos que nuestro cuerpo tenga que adaptarse al reloj biológico continuamente.

Todo esto conlleva ciertas alteraciones, la cual veremos a continuación:

• Estado de ánimo: ansiedad, mal humor, irritabilidad, depresión, entre otros.
• Dificultad para dormir: insomnio. 
• Problemas de concentración.
• Desgana: pereza, falta de motivación, entre otros.
• Malos hábitos alimenticios: no comer a la hora, comer poco o más de lo debido, obesidad, entre otros
• Envejecimiento precoz: arrugas, canas, caída del cabello, piel dañada, entre otros.

También las enfermedades cardiovasculares, úlceras y algunos tipos de cáncer están asociados a los cambios de horario de trabajo.

La importancia del autocuidado en el trabajo

El mundo del trabajo es bastante extenso, cambiante y diverso. Si está conformado por dos personas que se relacionan entre sí, a través de sus propias características culturales y realidades, las dinámicas laborales están afectadas por una lista de factores que se muestran desde el entorno económico, político, social y cultural de la sociedad. Aquí es donde podemos observar que el desarrollo del ser humano está siendo afectado de forma permanente, explorando siempre el bienestar integral que le posibilite experimentar una mejor calidad de vida de acuerdo a sus necesidades básicas.

El autocuidado se encuentra relacionado con todas las destrezas que realizan las personas en el día a día, con la finalidad de conservar y proteger la salud, asumiendo conductas que promueven el bienestar en todos los aspectos de la vida. Es un comportamiento que se encuentra en situaciones explícitas de la vida, orientado por las personas en sí mismas, hacia el entorno y hacia los demás, para ajustar los factores que interfieren o afectan en su propio desarrollo y funcionamiento en pro de su salud o bienestar general.

Promover el autocuidado en el trabajo se debe poner en marcha teniendo en cuenta el entorno individual de los trabajadores, por lo cual es fundamental tener en cuenta las peculiaridades de los diferentes grupos intergeneracionales que concluyen la empresa. Con la finalidad de distinguir factores que sean comprendidos y validados por cada uno de los trabajadores, partiendo de sus experiencias, motivación, hábitos, conocimientos y valores.

El autocuidado se compone en un elemento preciado para establecer la cultura de la prevención en las empresas. Y a pesar de que fomentar esta conducta implica ser constante y hacer un trabajo interdisciplinario, tratar de mantener el equilibrio en esa relación (trabajo-salud) debe ser justamente una indagación permanente, tanto del empleador como del trabajador, con la finalidad de instaurar entornos o ambientes de trabajos interactivos y óptimos, en lo cual destaque el compromiso por voluntad propia del autocuidado de cada trabajador como la administración de la salud laboral y seguridad por parte de las empresas.