Teletrabajo: cómo nos afecta psicológicamente

El teletrabajo ha favorecido la evolución de distintas empresas, sobre todo en estos tiempos donde la pandemia por el covid llegó a nuestra puerta; sin embargo, existen distintas facetas que podrían generar un impacto negativo en la implementación del teletrabajo.

Muchas personas tuvieron la capacidad de adaptarse al nuevo ritmo laboral y asumir sus actividades laborales en remoto. Muchas personas creen que el teletrabajo implica hacer lo que se quiera, como se quiera, y la verdad es que las obligaciones siguen estando presentes. Ciertamente, el teletrabajo se ha hecho popular, pero se deben conocer cuáles son sus efectos psicológicos, ya que se reemplaza el contacto presencial por el trato a distancia.

Existen diversos signos preocupantes de la realización de una trabajo a distancia por un plazo prolongado, mencionaremos algunas de ellas: 

1.- Soledad: el teletrabajo nos deja en aislamiento, si la empresa no dispone para su trabajador las redes adecuadas de apoyo, el teletrabajo incrementa la desconexión, y esto hará que el trabajador se sienta solo. 

2.- Ansiedad: la ansiedad es desencadenada por la incertidumbre. La mayoría de las personas no están listas para adaptarse a tantos cambios en tan poco tiempo en la vida. El teletrabajo en sí no representa un problema; sin embargo, cuando se le suma la incertidumbre de no conocer el tiempo que podría extenderse, imposibilita una planificación de vida a futuro. Esta misma incertidumbre hará florecer la ansiedad.

3.- Estrés: todos los cambios generan estrés y ansiedad. Existe gran diferencia entre los individuos que asumieron su trabajo a distancia por circunstancias de crisis y las que les tocó vivirlas como obligación a causa del confinamiento. 

4.- Falta de adaptabilidad: es complejo reemplazar las interacciones presenciales por unas cuantas charlas y reuniones por Skype, Google Meet o Zoom, estas herramientas han aportado beneficio y ayuda, permiten recrear un poco esa interacción cara a cara, pero por medio de la tecnología, aun así, no puede reemplazar ni sustituir el contacto directo frente a frente. En definitiva, el contacto virtual es solo eso, un sustituto del real, con el cual no todas las personas han logrado sentirse en comodidad.

5.- Límites de tiempo: esta medida debe ser básica, conocer los límites que debemos tener para el tiempo que se le dedica al trabajo y el tiempo personal. El teletrabajo nos ofrece la oportunidad de una flexibilidad de horario, esto tiene sus beneficios, pues seremos capaces de organizar las horas de trabajo, pero, sin embargo, también ocasiona problemas. El problema que puede ocasionar es exceder las horas de trabajo, tomando las horas de descanso.

Se debe saber establecer horarios, respetando ciertos límites, el teletrabajo ofrece probar nuestra autonomía sobre el horario laboral, entendiendo que este recurso debe tener un límite, que nos permita cumplir con nuestro trabajo y tomar tiempo para descansar y compartir con la familia.

6.- Trabajo en equipo: una de la parte más difícil del teletrabajo, es la imposibilidad de tener contacto presencial con los demás compañeros de trabajo. en el teletrabajo, contamos con las herramientas de comunicación, como hacer reuniones online, enviar correos, etc. Cuando usamos, la comunicación cara a cara puede contribuir a hacernos resistentes a los efectos del estrés.

7.- Rutina y autocuidado: el aislamiento nos adormece y también nos hace más complicado establecer refuerzos positivos como consecuencia del contacto social. Este adormecimiento facilita la presencia de la depresión y la ansiedad.