Autor:
Camila Garzón Pinto
La motivación hace referencia a los factores que impulsan o dirigen la conducta de los individuos hacia metas o fines determinados. De este modo, la motivación laboral plantea la capacidad de una organización para generar dichos factores con el fin de promover un alto rendimiento en los empleados, así como, cumplir con los objetivos de la compañía, por ende, alta motivación laboral implica un alto desarrollo empresarial. En este sentido, si los niveles de motivación en los empleados son altos, su conducta irá en pro de los objetivos de la empresa, aumentando el rendimiento y la productividad. ¿Cómo se logra?
La teoría de dos factores de Herzberg (1959) propone la existencia de elementos que influyen en la satisfacción o insatisfacción del individuo dentro de la organización, estos son los factores de higiene y de motivación. Así mismo, se plantea que el nivel de rendimiento por parte de la persona, depende del nivel de satisfacción que experimente.
Los factores de higiene son aquellos relacionados con el entorno laboral. Los salarios, las bonificaciones, las prestaciones, los horarios laborales, las condiciones del entorno físico, las relaciones interpersonales y las políticas de la empresa, son algunos de estos factores. Los individuos perciben estos elementos según sus necesidades y convicciones, en tal caso que no se consideren aceptables, pueden generar insatisfacción.
Por otro lado, los factores de motivación, incluirán aspectos relacionados con el trabajo, que le permiten a la persona tener experiencias satisfactorias o gratificantes. En este sentido, hacen parte de este grupo, el reconocimiento por el trabajo realizado, los logros, el crecimiento profesional y personal, nuevas responsabilidades, y la confianza y autonomía para desempeñar las labores. Estos elementos contribuyen en el aumento de la motivación, puesto que, el individuo percibe de manera satisfactoria el cargo que desempeña.
Teniendo en cuenta lo anterior, la teoría enuncia que, al estar presentes los factores de higiene, no existe insatisfacción, sin embargo, no están directamente relacionados con el aumento de la satisfacción. Para esto, deben estar presentes los factores motivacionales. Por lo tanto, se infiere que, al ser factores independientes, se necesita la presencia de los dos para generar un impacto positivo en los índices de productividad dentro de la compañía.
En definitiva, debería existir un balance entre los dos factores. Como estrategias para los factores higiénicos se plantea; realizar entrevistas periódicas con los empleados, con el fin de conocer su percepción frente a la empresa y frente al cargo que desempeña, valorar las necesidades con el objeto de brindar incentivos, evaluar regularmente las condiciones de las instalaciones y puestos de trabajo, revisión de los salarios y las bonificaciones y proponer estrategias para mejorar la calidad del clima organizacional.
En cuanto a los factores motivacionales, fomentar los planes de carrera, valorar los resultados, retroalimentar positivamente, proveer más responsabilidades en concordancia con los resultados de los trabajadores, mitigar la constante supervisión, en cambio, ofrecer una mayor libertad.
Para concluir, motivar a los empleados es fundamental para el éxito organizacional. Si una persona percibe que un ambiente laboral es positivo y se siente satisfecho con la actividad que realiza, se desempeñara de mejor manera.
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