Diferencias entre terapia de pareja y terapia familiar

Terapia de pareja

La terapia de pareja es un tipo de consulta psicoterapéutica enfocada en analizar y tratar los conflictos que existan en el seno de una relación amorosa. Dependiendo del tipo de problemas que sufra una pareja, el terapeuta adapta el tratamiento y la frecuencia de las sesiones para encontrar la solución que restablezca la unión sentimental.

La terapia de pareja pretende lograr estos objetivos principalmente:

• Reconocimiento del problema.
• Comprensión  de su funcionamiento  como pareja (habitualmente repetitivas y contaminantes).
• Acuerdos y nuevas alianzas para renovar la relación.
• Modificación de sus actitudes.
• Comunicación renovada y sana.

Además, la psicología de pareja, no solo se encarga de solucionar conflictos para que los miembros de la familia disfruten de una relación amorosa, sana y estable. Si no que también se ocupa de diagnosticar y tratar casos en los que la mejor opción es una separación, en estos casos se hace un acompañamiento con las personas afectadas dándole herramientas para que el proceso de separación sea menos traumático.

Terapia familiar 

La terapia familiar es un tipo de terapia psicológica que puede ayudar a los miembros de la familia a mejorar  su comunicación y resolver conflictos de manera pacífica y equitativa para todos. La terapia familiar es proporcionada por un terapeuta acreditado, un asistente social clínico o un psicólogo.

La mayoría de las veces la terapia familiar es a corto plazo. Puede involucrar a todos aquellos miembros de la familia que tengan disposición y voluntad de participar. El plan de tratamiento especializado que se necesite, dependerá de la situación familiar. Las sesiones de terapia familiar pueden enseñarte habilidades que perduraran en el tiempo y te servirán a futuro para estrechar las conexiones familiares y ayudarlos en situaciones de estrés.

Distinciones entre la terapia de pareja y la terapia familiar

Al alcanzar tanto el amor de pareja como la armonía familiar, la satisfacción es enorme. Pero si mientras estamos construyendo esos espacios ideales surge algún acontecimiento negativo, surge un sentimiento de fracaso y dolor terrible.

Los problemas que pueden aparecer bien en una relación de pareja o de familia, se trata de situaciones muy complicadas y delicadas. Es normal que en las parejas o familias surjan problemas, problemas con diferentes grados de dificultad que van de menor a mayor complejidad.

En situaciones que parecen sin salida, los involucrados buscan soluciones rápidas que se dividen en poner una tirita o abandonar la situación que les genera angustia o dolor. Sin embargo, ni una ni otra suele ser la solución adecuada. Es en este punto  donde la mejor opción es llamar al profesional especialista en terapia de familia. Por eso, hemos querido especializarnos en este ámbito y ayudar a las parejas y a las familias que lo sufren, ya que son nuestro motor de la sociedad.

A diario en la clínica nos encontramos con muchas problemáticas de pareja y muchas veces son problemas más profundos de lo que parecen a simple vista. Los temas más comunes son las infidelidades, los celos y las insatisfacciones sexuales.

Usualmente, los celos parecen que se pueden controlar con alguna facilidad, pero los otros conflictos mencionados pueden significar la ruptura. Sin embargo, si pones bajo la lupa la situación y agregamos otra opinión calificada que nos ayuda a identificar la raíz del problema y aportarnos soluciones, el camino para solucionar las insatisfacciones puede ser menos duro.

Por otro lado, en el ámbito familiar, por muchos motivos llegamos a conflictos, y en la mayoría de los casos es de manera involuntaria. Cuando queremos crear una familia y por lo motivos que sean, ese deseo de ser padres no se cumple y tenemos que entrar en un proceso de fertilidad, y el resultado no es el esperado, esto puede generar culpas y enfados en la pareja. Todo este proceso es más llevadero desde una terapia especializada en apoyo de reproducción asistida y embarazo.

También enfrentamos  problemáticas más comunes, como la falta de comunicación o problemas  de comunicación y entendimiento con adolescentes. En muchos de los casos que acabamos de mencionar, la situación familiar puede volverse tóxica y entrar así en un círculo de discusiones y momentos hirientes. El resultado puede ser, divorcios con hijos de por medio o en momentos más extremos de violencia familiar.

En todos estos casos, es cuando necesitamos a un especialista, ajeno al ámbito familiar, con un punto de vista objetivo que indicará las pautas y establecerá soluciones concretas para cada caso.