¿Cómo practicar el autocuidado?

El autocuidado hace referencia a las actividades encaminadas a fortalecer el bienestar en los individuos a nivel físico, mental, emocional y social.

Ayes et al. (2020) En un estudio exponen que, el autocuidado es una estrategia para la promoción de conductas saludables y está orientado a fomentar la autorresponsabilidad, con el objetivo de influir en el desarrollo del bienestar y la calidad de vida de los individuos.

Así pues, son acciones orientadas a mejorar la relación que tenemos con nosotros, con los demás y con el mundo, también, propician la autoestima, como una forma de conexión con nuestro yo. Implica tomar conciencia de lo que necesitamos para sentirnos bien. 

Siguiendo esta línea, existen una serie de estrategias que podemos poner en práctica para favorecer el autocuidado. 

A nivel físico, podemos comenzar a implementar pequeñas acciones que potencien nuestra salud mental; que nos permitan enfrentarnos a las tareas del día a día con una mejor actitud y una mayor energía.

• Realizar ejercicio físico o alguna actividad que nos permita movernos y emplear nuestro cuerpo.
• Establecer una buena higiene del sueño.
• Permitirnos descansar cuando percibamos que nuestro cuerpo lo necesita.
• Tener una buena alimentación.
• Establecer hábitos de vida saludables.

A nivel mental, podemos llevar a cabo algunas de las siguientes actividades, que potenciaran por ejemplo nuestro conocimiento, estimular nuestro pensamiento, también pueden ayudar con nuestra creatividad.

• Aprender algo nuevo cada día.
• Leer un libro o algo que nos resulte interesante.
• Ver una serie, película o documental, incluso, escuchar un pódcast. 
• Realizar actividades de ocio o tener algún hobby que disfrutemos. 

A nivel emocional, las siguientes acciones están encaminadas a priorizar nuestras necesidades y desarrollar bienestar y tranquilidad.

• Validar nuestros sentimientos y cada acción que tomemos.
• Practicar ejercicios de relajación y de meditación. 
• Aprender a conocer nuestras emociones, para entender por qué nos sentimos de determinada manera y cómo podemos comenzar a comunicarlas de manera asertiva.
• Llevar a cabo más cosas de las que nos hacen sentir bien, que nos generan satisfacción y que nos producen felicidad.
• Comenzar a fijar metas a corto, mediano y largo plazo.
• Establecer límites saludables en las relaciones.

A nivel social, estas pueden ser algunas de las estrategias para conectar con nosotros y con los demás. 

• Contar con una red de apoyo funcional.
• Usar el tiempo libre en cosas que nos parezcan atractivas y que nos generen bienestar. 
• Relaciones saludables a nivel interpersonal e intrapersonal.

En definitiva, el autocuidado es algo fundamental que debemos implementar en nuestra ruina diaria o delimitar un tiempo específico durante la semana para efectuar estas actividades. Ayes et al. (2020) mencionan que el autocuidado es una forma de contribuir al cuidado integral del ser humano, convirtiéndolo en gestor de su propio cuidado, ganando en autonomía y mayor control sobre sí, para promover y preserva su salud.