Confiar en uno mismo no es vanidad, es tener la confianza de que ante un contratiempo tendremos la fortaleza de afrontarlo.
Confiar en uno mismo no es vanidad, es tener la confianza que ante un contratiempo tendremos la fortaleza de afrontarlo. El miedo siempre sabotea nuestro impulso de seguir, de tener confianza, nos llevará a retroceder. La confianza nos permite afrontar las situaciones y así dar lo mejor de nosotros. Caso contrario, cuando no confiamos en nosotros mismos, nos entregamos al miedo declarando el fracaso en la vida.
Algunas personas suelen refugiarse en su desconfianza, cuando decretan fracasos, muchas veces es para no sentirse decepcionados, a este se le conoce como "profecía autocumplida".
Despidámonos de esos pensamientos fatalistas y negativos, lo único que se logra es vivir en un círculo vicioso de desconfianza. Vivamos desde el principio de que creer es poder. Si no confiamos en nosotros mismos es una cosa segura el fracaso. La autoconfianza nos ayuda a incrementar las posibilidades de dar lo mejor de nosotros, sin caer en la creencia que el tener autoconfianza no garantiza el éxito.
La confianza no representa vanidad a ciegas, más bien la cualidad de saber afrontar de buena forma las inseguridades y saber que trabajando se puede lograr las metas propuestas. En la confianza en nosotros radica que dependiendo del resultado de nuestro esfuerzo sabremos afrontarlo, así las cosas no salgan como se planearon.
No nos desplomaremos así las cosas no salgan como nos hubiese gustado, se puede sentir lamento por las fallas, pero tendremos la fuerza suficiente para seguir y no desistir. Teniendo esta actitud sabremos manejar todos los obstáculos que se nos presenten en la vida.
La autoconfianza nos permite tener un mejor crecimiento personal, nos permite enfrentarnos a obstáculos o a temores. Solo la experiencia en la vida nos hará crecer como individuos.
La autoconfianza no se puede esperar de la nada, esta no es una virtud pasiva, no se puede pretender que por tenerla todo irá bien. La autoconfianza es una virtud que se ejercita a diario y se va construyendo.
Primeramente, nos enfocamos en invertir un tiempo en valorar y conocer nuestras capacidades. Saber con claridad cuáles son nuestras fortalezas y cuáles nuestras limitaciones, esto nos ayuda a enfocar mejor nuestro esfuerzo.
Sin duda alguna, para tener autoconfianza es necesario hacer, construir y aprender. Eliminar los pensamientos negativos como, no podré hacerlo, me falta confianza, etc. Estas frases no son de ayuda, al querer evitar enfrentar nuevos retos y nuevas experiencias estaremos limitando justamente nuestra autoestima y autoconfianza.
La autoconfianza se forma cuando hemos experimentado situaciones inciertas, lo que puede ser detonante para motivarnos a tener nuevos emprendimientos.
De esta manera, si logramos conocer cuáles son nuestros límites y cuáles nuestras capacidades, lograremos comprender la factibilidad del éxito, usando nuestras destrezas sabiendo disminuir nuestras limitaciones, no trabajamos pensando dejar todo a la suerte. Los desafíos se manejan con aplomo, pero sin arrogancia.
Queremos ayudarte a mejorar tu autoestima. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor
qué la provoca: