Autor:
Psonríe
El test de depresión de Beck es una prueba muy utilizada en las prácticas clínicas por ser muy sencilla de aplicar y fiable. Puede determinar el tipo de depresión y tiene un gran poder para valorar la intensidad del trastorno depresivo que está padeciendo el paciente. Aunque esta herramienta tiene más de 50 años, ha experimentado varias modificaciones y adaptaciones.
Una de las adaptaciones más importantes fue la aplicada en el año 2011, cuando fue publicada su versión en español, convirtiéndose en una herramienta indispensable para diagnosticar tanto a adolescentes como a personas adultas. De igual manera, este test ha pasado por varios tipos de filtros y transformaciones para ser adaptado al diagnóstico exacto de trastornos depresivos agrupados en el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V). Es el test usualmente utilizado en cualquier entorno vinculado a la psicología clínica, neuropsicología y forense.
En el año 1961 es cuando este test aparece por primera vez en el ambiente clínico y tuvo mucha aceptación debido a su facilidad de entendimiento, aplicación y resultados confiables y válidos.
El test de depresión de Beck fue establecido por el psiquiatra Aaron T. Beck de la universidad de Pennsylvania fundador de las bases de la terapia cognitiva. Originalmente, creó este test con la finalidad de acometer los trastornos del estado de ánimo; sin embargo, después de un tiempo fue alcanzando una mayor importancia en otras áreas.
Las bases de la teoría cognitiva se fundamentan en el hecho de que existe una relación directa entre los sentimientos y los pensamientos de una persona y que en consecuencia tiene una influencia en el comportamiento.
Ocuparse de los esquemas cognitivos, creencias acerca de nosotros mismos y nuestro entorno es de vital importancia para guiar el malestar y producir un cambio.
También puede aplicarse de manera colectiva o individual. Es importante señalar que las preguntas del test no tienen origen en ningún tipo de teoría específica. En ella, se ajusta el inventario hacía algunos aspectos que detallan síntomas clínicos habituales en pacientes psiquiátricos con trastorno de depresión. Y es el propio paciente quien valora y se identifica con esos aspectos.
El test de depresión de Beck consiste en 21 preguntas con 4 opciones de respuesta, que van de 0 a 3 puntos y detallan el nivel con el que se identifican con la realidad descrita en la pregunta, siendo 0 el nivel donde no se identifica y 3 el nivel con que se identifica en un 100%.
En general, el paciente no tarda más de 10 minutos en rellenar el test o hacer la prueba. Sin embargo, si un paciente presenta un trastorno de tipo obsesivo o una depresión muy grave, necesitan una mayor cantidad de tiempo para completar la prueba.
Es común que un paciente se sienta identificado con más de una respuesta a la vez y solo tienen la opción de marcar una respuesta. En estos casos el test permite seleccionar hasta dos opciones, pero al momento de la evaluación se toma en cuenta la opción con mayor valor.
Esta prueba está orientada principal y básicamente a la descripción de propiedades y características particulares de los trastornos depresivos y están apoyados por los manuales de diagnóstico y en consecuencia es la persona la que tiene el dominio de especificar si está identificado y en qué grado lo está.
La evaluación del test es muy sencilla, se ajusta a la suma del total de los 21 ítems. Esta suma está comprendida entre 0 y 63 y se comparan en 4 categorías básicas procedentes de los resultados alcanzados como se describe a continuación:
La puntuación tiene un rango de 0 a 63. Mientras más alta sea la puntuación mayor será el nivel de severidad de los síntomas depresivos.
Una vez concluida la fase de la entrevista y pruebas y evaluaciones y recopilación de todos los datos, información y valores necesarios acerca del paciente, comienza el trabajo real de la medicación y la terapia psicológica.
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