La pérdida de un ser querido: nunca estamos preparados para vivirlo, se aprende en medio del dolor

Es importante tener en cuenta que la etapa del duelo se puede presentar alrededor de todo nuestro ciclo de vida, incluso desde los primeros años de desarrollo, desde la lactancia. La sensación de pérdida que experimentamos al dejar el seno materno es, sin embargo, la primera pérdida que tenemos en nuestra travesía en el mundo y, naturalmente, es normal en nuestro crecimiento continuo.

Diferenciar el duelo de la melancolía

A nadie le gusta experimentar el dolor, pero este resulta ser inevitable ya que el ser humano transitará a lo largo de su ciclo vital acontecimientos de crisis que claramente producirán dolor, es importante permitirse sentirlo y expresarlo en aquellos momentos; pues este proceso de elaborar el dolor es vital para manejar la pérdida de lo que amamos, y dar paso al desapego necesario.

Es esencial para prevenir que el duelo se transforme en un trastorno patológico y concluya en una depresión compleja de superar. Aunque el camino hacia la recuperación emocional pueda ser largo, es importante expresar el dolor para evitar caer en la melancolía, la cual nos sumerge en una profunda tristeza y genera un desinterés general. En cambio, debemos enfrentar los problemas internos para que la desesperanza no tome control y en medio de la dificultad podamos seguir luchando por aquello que le da sentido a nuestra existencia y nos impulsa a seguir adelante.

¿Qué pasos debo tener en cuenta para superar el duelo?

Aunque todas las personas son únicas e impredecibles en sus decisiones, y su reacción puede ser diferente, puedes tener en cuenta estos pasos para sanar y superar la pérdida:

• Dar espacio al duelo: crear un ambiente adecuado para el desahogo y reflexionar es crucial para avanzar en el proceso de sanación. Recordar que expresar el dolor a través del llanto es una respuesta natural y saludable, y que llorar no está mal.
• Reconocer la pérdida: tomarse el tiempo necesario para poder reconocer y lograr confrontar la ausencia del ser querido. Aceptar la realidad de la pérdida es el primer paso hacia la recuperación emocional. Aunque es normal que al momento de la pérdida se entre en una fase de negación que con el pasar del tiempo se irá aceptando.
• Red de apoyo: buscar un vínculo social sólido favorece en la superación de la pérdida, pues apoyarse en familiares y amigos puede ofrecerte sentir cercanía emocional y cariño por parte de quienes te rodean, quienes seguramente te aportarán perspectivas y darán palabras de aliento en medio del duelo. La calidad de estas relaciones es más importante que la cantidad; incluso una sola persona de confianza y que influya positivamente puede ser un gran soporte.
• Terapia: Buscar orientación de un terapeuta puede ser de gran ayuda para ayudarte a transitar a través de las emociones, logrando facilitar la comprensión y aceptación de la pérdida. Juntos, terapeuta y paciente pueden encontrar maneras saludables de hacerte recordar al ser querido de una forma diferente y superar los obstáculos que presenta la pérdida.

En conclusión, la experiencia del duelo es un camino que cada persona debe transitar a su propio ritmo. Reflexionar respecto a la pérdida de seres queridos, nos puede ayudar a valorar a los seres queridos que aún nos rodean, a aquellos que aún permanecen, teniendo en cuenta que cada segundo cuenta. Así pues, cuando vivenciamos el duelo de forma saludable logramos aprender a vivir con la ausencia sin que esta nos nuble y define nuestra existencia, si bien el dolor nunca dejará de estar, este mismo se transformará y aprenderemos a vivir con él de una forma diferente, hasta tanto ya no interfiera en el desarrollo de nuestras actividades cotidianas y la ausencia del ser querido se convierta en la pauta que guíe la construcción de la nueva cotidianidad. Recordemos que incluso en la despedida de un ser querido, hay una oportunidad para crecer y buscar nuevos significados respecto a nuestras propias vidas y respecto a cómo la estamos disfrutando.