La comunicación con los niños como herramienta fundamental en casos de crisis

En la vida familiar pueden surgir eventos como accidentes, muertes, enfermedades, separaciones y otras situaciones que pueden generar conflictos, duelos, crisis económicas que afectan a los miembros de la familia. Generalmente los adultos en su tendencia a proteger a los niños evitan comentar lo que ocurre delante de los mismos y en ocasiones ocultan o minimizan la información dando por hecho que el niño no escucha ni observa. Sin embargo, ellos si perciben los cambios ocurridos o la situación de tensión o conflicto aunque no comprendan lo que está sucediendo. 

El niño necesita entender lo que sucede, acorde a su edad y madurez. De lo contrario pueden presentar alteraciones conductuales y emocionales y elaboran sus propias conclusiones o fantasías sobre la situación percibida, sean aproximadas o no a la realidad.

Es importante explorar con el niño lo que imagina, conversar sobre lo ocurrido o lo que está ocurriendo, desde su capacidad de comprensión y aclarando sus dudas en la medida que el niño demanda información. Es recomendable pedirles su opinión, ayudarles a expresar sus sentimientos y que entiendan que sus opiniones y sentimientos son válidos. También podemos compartir con ellos nuestros propios sentimientos y preocupaciones. Todo esto debe hacerse dentro de un trato cálido y respetuoso dándoles la seguridad que cuentan con la comprensión y el amor que necesitan. Los adultos pueden darles ejemplo de expresión y control de emociones desde una actitud genuina y sincera. 

Estas situaciones pueden ser oportunidades para enseñarles a manejarse con serenidad ante las dificultades, aceptar la realidad, aprender a expresar y controlar su emocionalidad; es decir, aprovechar la crisis que se vive como una oportunidad de desarrollo emocional.

En caso de dificultad es recomendable el acompañamiento psicológico.