Cómo podemos conseguir una comunicación eficaz con nuestros hijos adolescentes

La falta de comunicación con un adolescente es uno de los motivos principales de preocupación en una familia. Con frecuencia una conversación con un adolescente queda atada a monosílabos, suele suceder que los jóvenes levantan un muro para no dar a conocer lo que pasa en su vida. 

Los adolescentes muestran desinterés en conversar con los miembros de su familia, expresar lo que les ocurre, hablar de lo que los inquieta o de sus deseos. Esto se debe al miedo que sienten por ser juzgados, a los comentarios negativos que puedan recibir y al temor de que sea violentada su intimidad por terceras personas.

Es muy importante hacer sentir a nuestros hijos reconocidos, respetados y escuchados, se debe tener en cuenta que el problema de la comunicación, se puede presentar, en la forma como decimos las cosas y no en lo que decimos. Tengamos conciencia de nuestro propio estado de ánimo y emociones, si nosotros no nos encontramos bien nuestros hijos tampoco.

La conversación con un adolescente debe darse sin interrogatorios, con ánimos de entenderse, sin tonos abusivos, sin ironía o comparaciones. Usemos un lenguaje afectivo y lleno de respeto, la etapa que ellos viven está llena de circunstancias cambiantes.

Respetemos su intimidad, debemos dejarlos experimentar sin que se sientan vigilados, dejarlos vivir un poco a su ritmo. Dediquémosle tiempo y espacio para conversaciones sin prisas, es importante poder compartir con ellos todo lo que les preocupa, así como todo lo que les causa ilusión. 

El espacio a la conversación debe quedar siempre abierto para ellos, aceptemos que no querrán hablar siempre cuando nosotros queramos o lo propongamos, pero cuando se dé, tenemos que escucharles activa y atentamente, esta debe ser la base de una comunicación eficaz.

Cuando la conversación con un adolescente se complica y estamos por perder el control, demos un tiempo y espacio para primero serenarnos, evitando decir cosas que luego podamos arrepentirnos. Luego se podrá retomar la conversación, con calma, exponer las emociones y reflexiones tras lo ocurrido.

Demostremos interés e importancia por todo lo que les gusta y muestran interés, estar disponibles para ellos nos ayudará a tener un canal de comunicación abierto.

Tener control de nuestros impulsos al escuchar sus quejas, valoremos sus planteamientos, demostrarles que siempre los amaremos y que jamás dejaremos de quererlos. Seamos ejemplo de respeto, comprensión y amor. Brindemos el mejor ejemplo al momento de gestionar conflictos, mostrar empatía y controlar la ira.

Debemos permitirle a nuestros hijos tomar sus propias decisiones, un adolescente con una alta autoestima toma decisiones autónomas, se valora y se respeta. De esta forma debemos recordar aceptar a nuestros hijos tal y como son, ayudarles a fortalecer sus destrezas y virtudes, mejorando y trabajando en sus defectos.

La demostración de afecto, lo que sentimos por ellos, les hará entender que cuentan con nuestro apoyo incondicional. Las relaciones se mejoran sin emitir reproches constantes ni juicios de conductas. Realizar actividades juntos ayudará a fortalecer su relación.

Que las conversaciones con nuestros hijos adolescentes sean de manera cariñosa, con sentido del humor, aunque les dé pena, siempre demostrarles amor con besos y abrazos, es bueno crear un vínculo de complicidad.