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En ocasiones, los seres humanos somos capaces de adoptar comportamientos de afrontamiento muy crueles o insensibles hacia nuestra condición como seres emocionales. Hace un tiempo, se popularizó una forma de abandono después de una o varias citas, conocida como ghosting. Esta consistía en ignorar y desaparecer por completo de la vida de la persona a la que se iba a dejar. Ahora, parece haber sido reemplazada por el breadcrumbing.
Este término, popularizado especialmente en las redes sociales, proviene de la palabra en inglés "breadcrumb", que significa "miga de pan". Es decir, esta modalidad se aplica cuando una persona envía señales mínimas a su pareja o amante para indicar que sigue presente, dando esperanzas de que la relación pueda avanzar, pero sabiendo que nunca lo hará.
Como mencionamos, esta especie de "técnica", por así decirlo, ha surgido y se ha desarrollado principalmente en las redes sociales. Sin embargo, está extendiéndose a relaciones donde se tienen citas físicas y se trata a la otra persona con amabilidad, pero sin llegar a nada concreto. Es decir, como su nombre lo indica, la persona va dejando "migas de pan" creando esperanzas en la otra. Sin embargo, en su interior, sabe que la situación nunca avanzará porque no está dispuesta a comprometerse, lo que provoca un considerable dolor en la otra persona que se sentirá frustrada al haber intentado todo sin poder resolver la relación.
Según expertos, como la psicóloga Encarna Muñoz, esta práctica puede causar ansiedad y dolor en los afectados. Las señales que reciben son confusas, lo que les hace sentir que siempre están haciendo algo mal, sin saber por qué.
En realidad, esta es una forma de manipulación. Por eso es importante reconocer si estamos siendo víctimas de este tipo de comportamiento para detenerlo lo antes posible. Para saber si realmente somos víctima de breadcrumbing, podemos estar atentos a lo siguiente:
De acuerdo con la doctora Kelly Campbell, profesora de Psicología en la Universidad Estatal de California, las personas que practican el breadcrumbing lo hacen porque su autoestima depende en gran medida de la atención que reciben de los demás. Aunque las razones exactas de su comportamiento varían, hay algunos patrones psicológicos que podrían explicar por qué estas personas lanzan migas de pan emocionales.
Los breadcrumbers lanzan migas para sentirse mejor consigo mismos. Cuanta más atención reciben, más se sienten bien.
Las personas que practican el breadcrumbing necesitan siempre algún tipo de validación por los demás. No se sienten cómodas o seguras a menos que los demás les digan constantemente que son valiosas o dignas de atención. La atención que reciben a través de sus acciones es una forma de obtener esta validación.
Frecuentemente, las personas que hacen breadcrumbing tienen rasgos narcisistas o incluso pueden tener trastorno narcisista de la personalidad. No se sienten culpables por manipular a los demás o jugar con sus emociones.
No siempre es fácil darse cuenta de que estamos siendo víctimas de este comportamiento, pero si notamos algo extraño, podemos descubrir si alguien se está comportando de esta manera con nosotros. Debemos tomar en cuenta lo siguiente:
En ocasiones, quien practica el breadcrumbing puede hacer sentir que ha surgido una "conexión" o que tienen muchos puntos en común, pero esto es solo parte de su comportamiento para dar falsas esperanzas a la otra persona. En estos momentos, la persona que recibe las migajas puede creer que algo bueno está sucediendo, sentirse especial, feliz e ilusionada, pero todo esto es ilusorio, ya que luego vendrán períodos en los que será ignorada. También puede ocurrir que la persona que hace breadcrumbing envíe mensajes tarde en la noche porque se siente sola, pero cuando recibe una respuesta o un mensaje para continuar la conversación, no se esfuerza en responder, incluso pasan días o el mensaje recibido es superficial.
No hay una forma exacta de saber por qué alguien hace breadcrumbing, pero tal vez la autoestima esté involucrada, ya que necesitan atención de la otra persona. Además, este comportamiento puede brindarles una sensación de confianza en sí mismos. No es improbable que la persona que suelta migas sea emocionalmente inmadura y no esté lista para comprometerse con alguien más.
Es importante recordar nuestro propio valor para salir de este tipo de relaciones disfuncionales. Cada persona merece atención, respeto y cuidado, pero primero debemos brindarnos a nosotros mismos estos ingredientes para poder recibirlos de los demás.
Queremos ayudarte a superar tus problema de pareja. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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