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El efecto Hawthorne hace referencia a la mejora de la productividad y los resultados de las personas que están siendo monitoreadas. El efecto Hawthorne se debe al simple hecho de realizar un experimento donde las personas serán estudiadas. Por lo tanto, el efecto Hawthorne es el resultado de un experimento. Este explica cómo los individuos pueden cambiar su conducta y comportamiento, varían su predisposición y su rutina ante cualquier empleo si son conscientes de que serán analizados. Este efecto implica mejoras en los resultados para lograr productividad, por el simple hecho de estar siendo vigilados o estar bajo control. Esto se convierte en una variable presente en el análisis de resultados para prever su distorsión. A pesar de esto, el efecto Hawthorne es complicado de cuantificar.
El trabajo de los investigadores constituye el inicio de la psicología industrial, la cual mantiene en cuenta las características interpersonales y las relaciones sociales existentes entre los grupos, las cuales han de ser evaluadas en cualquier modo de análisis social que se efectúe. No todos los modelos organizacionales de empresas abogan por los mismos criterios de supervisión laboral. Aun así, algunos investigadores se han encargado de universalizar el efecto Hawthorne.
Se puede observar una serie de consecuencias beneficiosas para cualquier organización por el efecto Hawthorne y que poseen vigencia actual en las empresas:
Unos investigadores apreciaron, que en los puestos de trabajo que parecen estar desconectados entre ellos, existía una pequeña interdependencia entre los empleados. A medida del avance del estudio del efecto Hawthorne se comprobó la existencia de un sistema informal equilibrado entre los empleados.
Esta condición es la más destacada, pues de lógica el pensar que las capacidades y habilidades de un trabajador son las que definen el potencial laboral. Los factores sociales, la actitud y el clima laboral, ciertamente influyen en gran medida.
Esta es otra de las conclusiones más destacadas, donde los trabajadores rinden menos cuando están en una organización más informal, pues no tienen pautas específicas y claras para la ejecución de actividades laborales o simplemente no existe buena supervisión a los empleados.
Hay que aprender a crear esta herramienta, la cual puede ser clave en la repartición de funciones. Los grupos de trabajo cambian las conductas personales. Aunque un empleado se sepa observado, los profesionales tienden a seguir trabajando bajo las mismas normas y criterios al ejecutar sus tareas laborales y se aprecia cuando se trabaja de forma individual. Esto no es una gran novedad, pero sí es cierto que el efecto Hawthorne ha contribuido a aportar más información del tema.
La mayoría de las acciones son ilógicas, esta es una interpretación llamativa de los trabajos y de sus colaboradores, aun cuando son observados, el empleado realiza varias acciones carentes o residuales de lógica, desde el punto de vista productivo. El compromiso, la experiencia y la moral explican varias acciones rutinarias que, en apariencia, no son racionales.
La mejora del rendimiento y la flexibilidad horaria, van más allá del efecto Hawthorne, pero con igual relación con la supervisión realizada. La flexibilidad horaria es una de las más destacadas y demandadas de los empleados en la actualidad. Las organizaciones se pueden beneficiar en los niveles de productividad, si se ofrecen mejores facilidades para mejorar la jornada laboral, adaptándola a las necesidades de los trabajadores.
Con un software de control del horario, se puede contribuir a supervisar adecuadamente las horas trabajadas y a monitorear la actividad del empleado, aun cuando no se encuentre en las oficinas de la empresa, situación necesaria en tiempos de teletrabajo.
Las organizaciones pueden ubicar grandes ventajas y beneficios si desarrollan las posibilidades del efecto Hawthorne para optimizar la gestión de talento. Algunos ejemplos de las mejoras que se pueden implementar en las empresas son:
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